"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

¿Qué celebramos este 19?

Por Edgar Solórzano

Celebramos el triunfo de la Revolución Popular Sandinista como un cuerpo vivo, que está en constante movimiento.

Otro aniversario más del triunfo de la Revolución Popular Sandinista y muchas veces nos preguntamos al pie de nuestra historia, qué celebramos.

Esa interrogante nos lleva a responder: celebramos un cuerpo vivo, que está en constante movimiento, porque eso es el triunfo de la nuestra Revolución Sandinista y eso nos lleva a otra afirmación: es un cuerpo vivo porque celebramos el pasado (el triunfo), el presente (la nueva etapa que vivimos 2007-2023) y el futuro (seguimos adelante).

Es un cuerpo vivo porque encierra lo que somos, lo que hemos sido y lo que siempre seremos.

¿Qué somos? Somos hijos de Sandino, venimos de esas raíces históricas de rebeldía que sintetizó el General de Hombres y Mujeres Libres cuando decidió defender, en primer lugar, la dignidad de Patria; en segundo lugar, la soberanía que había sido vilipendiada a lo largo de la historia; y en tercer lugar, la decisión de rebeldía ante la invasión norteamericana y todo lo que representa al imperialismo norteamericano.

Esos tres elementos (Dignidad, Soberanía y decisión de rebeldía), que enarboló aquel hombre de facciones indígenas, de estatura baja pero lleno de valentía, que salió de Niquinohomo, se fue a Honduras, Guatemala y México por necesidad y volvió al terruño por vergüenza, nos dejó no solo un ideal patriótico y revolucionario, sino un pensamiento político, una ideología nacionalista con principios de patria y libertad.

Sandino el héroe de Las Segovias, el hombre de la gran epopeya de la patria, con un pensamiento avanzado, toda una propuesta de paz, de justicia y libertad.

Pensamiento al que Carlos Fonseca, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, le dio un soplo de vida al sacarlo de la inercia en que lo mantenían postrado, lo hizo renacer de nuevo en la patria, lo cubrió con sus propios principios y valores para proyectar la verdadera estatura del héroe que dignificó a Nicaragua en un siglo donde eso era considerado casi un pecado.

Carlos convierte a Sandino en signo y símbolo de la lucha del movimiento revolucionario nicaragüense. En santo y seña de esta nueva etapa de la guerra sandinista, lo convirtió en nuestra bandera rojinegra y en nuestra consigna de lucha de Patria Libre o Morir. Nos enseñó a ese Sandino que se nutrió de la historia, que vio pasar el cadáver de Benjamín Zeledón después de ser acribillado por los invasores yanquis; ese mismo Sandino que supo asimilar la realidad a través de los ojos del pueblo, de la lente de los obreros y campesinos con los que convivió día a día en la lucha de la defensa de la patria.

Ese pensamiento de Sandino que lo fue madurando a lo largo de su lucha contra el imperialismo yanqui, en su enfrentamiento cotidiano contra las paralelas históricas; nutriéndose a partir de las necesidades del campesinado y de los obreros, que es lo que le permitió hilvanar una forma nacionalista de interpretar la realidad nacional e internacional. Ese es el pensamiento que Carlos Fonseca supo desentrañar, desempolvar y presentarlo como una herramienta para poder leer la realidad y disponerse a transformarla.

Por eso afirmamos que el triunfo de la Revolución Sandinista es un cuerpo vivo y es lo que hemos sido, con ese pensamiento de Sandino que Carlos proyectó en toda su dimensión, que fue la herramienta de lucha para levantar las banderas de Sandino y continuar su lucha después de haber sido inmolado en el altar de la patria, hasta derrocar a la dictadura militar somocista.

Y el 44/19 es cuerpo vivo con los diez años de experiencia en el poder, que están intactos en nuestra memoria y como una huella imborrable de nuestra historia. Por tanto, están presentes como una escuela de lo que hicimos en una década de defensa y de construcción en revolución, abriendo una nueva etapa histórica para Nicaragua, sembrando conquistas revolucionarias y defendiéndolas de los mismos enemigos a los que se enfrentó Sandino: el imperialismo y la burguesía vendepatria, en otro contexto.

Diez años de revolución poniendo en práctica el pensamiento de Sandino de forma integral, con su visión de patria, con su propuesta de nación, con ese planteamiento nacional más allá de nuestras fronteras, con su visión América nuestra.

Decía Sandino: “Este movimiento es nacional y antiimperialista. Mantenemos la bandera de libertad para Nicaragua y para toda Hispanoamérica. Por lo demás, en el terreno social, este movimiento es popular y preconizamos un sentido de avance en las aspiraciones sociales…”.

Sandino preconiza un sentido de avance en las aspiraciones sociales, porque era un hombre de paz. Sandino no era un bandolero, ni un aventurero. Sandino quiere paz y tranquilidad para su país, por eso se ve obligado a tomar las armas y armar un Ejército de obreros y campesinos. No obstante, él está claro que la paz pasa no solo por sacar a los invasores del país, sino que expulsar la intervención yanqui de toda la vida política, social y económica del país, es una premisa sine qua non para poder obtener esa paz.

Sandino no concibe una paz cualquiera, sino una Paz Efectiva, eficaz y duradera, como parte de lo que él denomina Democracia Efectiva; que es lo que busca a través de su lucha iniciada cuando Moncada traiciona a la nación al firmar el Pacto del Espino Negro mediante el Tratado Stimpson-Moncada.

Ese es el pensamiento de Sandino con planteamiento de ideas, con categorías de Paz Duradera, Democracia Efectiva, Libertad Plena y Seguridad de las Instituciones.

Esos conceptos del pensamiento de Sandino, no solamente tienen vigencia en su concepto semántico, sino como premisas fundamentales para hacerle frente hoy al enemigo, que ahora usa armas más sofisticadas –en el enfrentamiento Nación vs Imperialismo–, que las que usó contra Sandino en las montañas.

Esas aspiraciones que están en el pensamiento de Sandino y que plantean preceptos de Paz Efectiva, Reconciliación de la Familia, Restitución de Derechos y Respeto a la Institucionalidad, todo por el Grande amor a la Patria, se fueron construyendo en los diez años de Revolución muy a pesar del imperialismo y de la oligarquía vende patria, aunque no se pudieron llevar a cabo todas las transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales por la guerra de agresión.

 

Pero esos preceptos fueron retomados y se están desarrollando en esta segunda etapa de la Revolución, iniciada en el año 2007 con la llegada al poder del Frente Sandinista, con esa praxis que nos legó el General del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional con su visión de justicia, de exigir respeto a las leyes para poder tener una paz efectiva, que pasa primero por sacar al yanqui no solo físicamente de nuestro terruño, sino de cualquiera de sus actos en el país. Eso mantendrá al país con decoro, con dignidad, porque su soberanía se hace respetar.

No en vano, decía Sandino: “Lo que el pueblo nicaragüense necesita es restaurar sus derechos perdidos desde 1909 hasta el presente”. Es decir, que la propuesta de Sandino para lograr una Paz Efectiva y Duradera implica el retiro del imperialismo en todos los órdenes y la restitución de derechos al pueblo de Nicaragua. Restitución de derechos que desde el año 2007 se están llevando a cabo en esta segunda etapa de la Revolución Popular Sandinista.

Eso es precisamente lo que estamos celebrando. Por eso afirmamos que el 44/19 es un cuerpo vivo, porque es un pasado, presente y futuro. Es lo que somos, lo que hemos sido y lo que siempre seremos.

Managua, julio 2023.

FUENTE PORTAL ALBA

18/07/2023

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