Redacción Diario RED
Un vídeo viral en las redes revela la figura y las opiniones ultraderechistas de Golan, responsable de la cartera del Ministerio de la Mujer y que se define como una “racista orgullosa”
El fragmento de las últimas declaraciones de la ministra de la Mujer israelí, May Golan, han sido para muchas personas el primer acercamiento a esta controvertida figura de la política israelí que jalea las intervenciones militares del ejército de Israel en los territorios palestinos.
El vídeo, difundido en redes por cuentas como Spanish Revolution, muestra el fragmento de una reciente entrevista en la que Golan afirma al canal ILTV news que “No me importa Gaza. Literalmente no me importa en absoluto. Pueden salir y nadar en el mar». Para quienes consideren esta noticia como un fake por la dificultad de encontrarla replicada en medios de comunicación generalistas, no, no lo es: la propia Golan lo ha colgado, subtitulado, en su perfil verificado de Instagram. No es la primera declaración que demuestra la forma de pensar de la política y jurista israelí, pues ya se hizo famosa hace una década en el país por sus declaraciones contra la inmigración, especialmente la africana, a la que acusaba de atacar “su hogar” Tel Aviv, de propagar infecciones como el VIH o de cometer agresiones sexuales. Se hizo famosa por aparecer en un programa de televisión con estas proclamas y de hecho, desde entonces, el diario Haaretz ha publicado no pocas columnas sobre su perfil xenófobo y su absoluta adhesión al ideario sionista con la que ha ido medrando hasta encabezar las filas del partido Likud.
Durante estos días, Golan también ha justificado la masacre en Gaza afirmando que “quería ver cadáveres” y que “algunas almas frágiles están explicando que la mayoría de los residentes de Gaza son población civil no implicada, por lo que no debemos hacerles daño. Nada de eso. Tenemos que destruirlos hasta la médula”. Golan también se reconocía abiertamente en su día como «una racista orgullosa«, pero pese a ello, o precisamente por ello, medios israelíes como Channel 7 la consideraban ya en 2015 la «mujer del año».
Golan tiene treinta y siete años y es originaria de una familia judía iraquí que migró a Israel gracias a las políticas de retorno del estado, y podría considerarse un producto perfecto del ideario de extrema derecha que encarna Netanyahu. Vivía en uno de los barrios más pobres de Tel Aviv, pero su militancia «activista» bajo diferentes fundaciones y organizaciones, inventando incluso agresiones sobre sí misma y su familia, le valieron poder y posiciones en listas electorales durante los dos últimos comicios. Comenzó como Ministra sin cartera y Netanyahu valoró para ella el puesto de cónsul en Nueva York, plaza fundamental para el desarrollo de la diplomacia israelí en el corazón de uno de sus motores financieros. Finalmente, como Ministra de Asuntos de la Mujer, Golan generó controversia entre los movimientos feministas y la oposición israelí por sus posiciones ultraconservadoras. De hecho, en 2021, siendo diputada, ya frenó una medida para la recogida de muestras biológicas a víctimas de agresiones sexuales.
FUENTE DIARIO RED
Madrid – 14 de Oct, 2023