"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Manuela Sáenz

Por David Nieves Banchs

“Cuando eras mía yo te amaba más por tu genio encantador que por tus atractivos deliciosos”  Simón Bolívar

En mi querida Venezuela tuve la dicha de conocer un cantautor nacido en Barquisimeto, estado Lara, al cual llamábamos cariñosamente el “Gordo Páez”, hoy lamentablemente fallecido. Era un hombre jovial. De buen carácter y de estirpe revolucionaria. “El Gordo” tuvo la genialidad de ponerle música a una bella carta del Libertador; cuando iba a entonarla engolaba la voz y muy orgulloso decía: “para ustedes Manuelita, música del Gordo Páez, letra de Simón Bolívar”, lo que nos llamaba poderosamente la atención a esa pléyade de revolucionarios que conformábamos la generación de los años 1970, 80 y 90.

A decir verdad tenemos que reconocer que para nosotros Manuela Sáenz, era sólo la amante del Libertador, eso fue lo que destacaron y nos enseñaron en esa frustrante y aberrada historia de Venezuela que escribieron algunos historiadores y que afortunadamente ya el tiempo los ha ido borrando y de las cenizas que pudieran quedar habría que evitar que nos sigan narrando mentiras, verdades a medias y enseñando la historia como un cuento de hadas donde los conquistadores y colonizadores españoles pasan de ser villanos a héroes de la patria.

“Todo cambia, nada se destruye, todo se transforma. El mundo está en constante movimiento”. Esta fue otra lección aprendida en el pasado revolucionario y fue el patriotismo de un sencillo teniente coronel de la brigada de paracaidista del ejercito llamado Hugo Chávez que, en colaboración con otros historiadores, recogieron, recopilaron y establecieron en el país un nuevo concepto de patria. Enalteciendo al Libertador, valorando gloriosamente las gestas emancipadoras partiendo desde Guaicaipuro y sus 27 Caciques aliados que enfrentaron a Diego de Lozada, en el territorio nacional, mientras que, al sur, más tarde, en el altiplano Boliviano y Peruano conquistadores torturaban y asesinaban a Tupac Amaru.

Casi dos siglos después junto a José Leonardo Chirinos, Gual y España y ese soldado universal llamado Francisco de Miranda, comenzaron a brotar de la tierra misma, otros tantos héroes y tantos que esta cuartilla nos impide recoger. Fueron 500 años de luchas y agresiones sangrientas.

Actualmente sabemos que la historia de Venezuela que nos enseñaron estaba teñida de medias verdades, era una historia Goda que nada tiene que ver con la verdadera y Bolivariana que ahora nos pertenece.

En esta historia se destaca Manuela Sáenz como patriota, quien combatió valientemente espada en mano y bigotes postizos a la corona española en Ayacucho. Fue tal su fervor, valor y lealtad con que asumió su reto ante la historia que el hombre “de la camisa prestada” sería el primero en mostrarle su admiración ante tanto coraje, respondiéndole con lo que le quedaba en su corazón, un sublime y apasionado amor. Amor infinito que es la única tabla de medida como se pueden contar las estrellas y las olas del mar, un amor hasta la muerte, un discurso de amor. La lealtad de Manuela era para quererle, era una mujer adelantada a su época, de generaciones futuras que enfrentó al machismo en una época de sumisión.

Nosotros desde este Consulado de las Islas Canarias, en Santa Cruz de Tenerife, situado muy lejos de la Península Ibérica y a solo 95 kilómetros de África, tomamos de una edición de PDVSA un material publicado y agregamos otras cartas seleccionadas. Queremos hacer un reconocimiento a esta heroína de nuestra independencia, en los 200 Años del Bicentenario. Estamos comprometidos con las ideas integracionistas de Manuela Sáenz y de todos nuestros próceres de la Independencia, somos consecuentes con las políticas antiimperialistas de nuestro gobierno bolivariano, dedicamos esta obra a todos los inmigrantes venezolanos, latinoamericanos y canarios, porque definitivamente tener patria nos enorgullece y defenderla es el mejor homenaje que podemos brindar a quienes ya lo hicieron.

Hoy al enterarnos de la disposición constitucional del Presidente de La República de Venezuela de ascenderla al grado de Generala nos llenamos de alegría y permite sentir como dijo el poeta “ese gemido de luz que tuvo su mirada” en sus momentos de “mi adorada loca”.

A la Generala la veremos siempre ensimismada en sus huesos para seguir guerreando en la batalla.

Agosto 2010

*Presentación del Libro “Manuela Sáenz Generala del Ejército de El Libertador, editado por el Consulado General de la República de Venezuela en Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias)

 

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