La operación del golpe de estado ahora nunca se basa en el fake news “la familia militar, de una vez, dio el paso”.
Y está por verse, si el golpe fracasado es la prueba de fuego, para acelerar la “insurrección continuada”.
Lo cierto, es la burda y fallida operación, y la mismita gente opositora “ladillada” de tanta coba y simulacro. Después de todo:
Los tuits bizarros y empericaos joden y crean ciertas incertidumbres, pero no determinan la reflexión y la conciencia de un pueblo arrecho y tampoco decide el sentido chavista de la FANB
La política caliente de la calle, de a pie y a pedal, tiene el potencial de diluir los golpes de estado y el cerco económico de amplio espectro, que día a día lacera la patria.
De la hechura del pueblo venezolano sabe el pueblo venezolano, y la afirmación incluye a mucha gente opositora y excluye la sabiduría cínica, tanto de derecha como de la izquierda que ya es de derechas.
La judicialización anunciada del golpe, del 30 abril, debe concluir en un golpe severo.
La responsabilidad política nos exige un “tata quieto”, aplicar principios de autoridad constitucionales.
La patria, apropiada de su futuro histórico ha sido comprensible con el ultraje de muchísimas líneas rojas.
El abuso de esa comprensión, puede derivar en una “mala pasada”.
La firmeza y el coraje del pueblo y de la FANB nos dicen que urge la paz.
Quizás el margen de error ya está agotado para la Administración Trump y quizás se imponga, de una vez por todas, su amplio rango de destrucción y locura.
Quizás el golpe de Estado, fracasado antes de darse, sin chance alguno de que fuese efectivo, la fuga emprendida por los neofascistas enclavados en el hoyo que cavaron y la derrota que deambula de embajada en embajada, sean indicadores de los eventos que pudiesen avecinarse.
Entonces, “la superioridad de la fuerza moral inclina la balanza política”, para que nuestro presidente Nicolás Maduro y el pueblo gobiernen en paz.