La Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España, FEINDEF, organizada por la Fundación Feindef, cuyo mecenazgo lo realiza el Ministerio de Defensa, y según su web, «ofrece oportunidades de negocio en el mundo de la defensa» organiza su IV edición.
Se realizará en 3 pabellones del IFEMA de Madrid, ocupando 50.000 metros cuadrados (un 30% de espacio más que en la edición anterior) «para dar respuesta al creciente interés por parte de las compañías de defensa y seguridad». Entre las 100 delegaciones oficiales que participarán del siniestro evento, están países como Israel, Estados Unidos o Arabia Saudí, a través de diplomáticos y también de empresas de la guerra.
El objetivo estratégico de esta feria para el Ministerio de Defensa es hacer negocios para la industria militar española, en el sentido de ofrecer a los países participantes los avances del sector local. De hecho, en sus 2.000 metros cuadrados de exposición estática se mostrarán algunos de los últimos sistemas de las empresas del sector que ya están al servicio de las Fuerzas Armadas españolas y que pueden ser vendidos a otros países. Y aquí es donde está el engaño del supuesto bloqueo de armas a Israel que el gobierno ha anunciado.
Fundada por el Ministerio de Defensa y las asociaciones industriales, TEDAE y AESMIDE, La Fundación Feindef nace en 2020 con el nombramiento de Julián García Vargas, ex ministro de defensa de Felipe González.
Desde la organización destacan que el objetvo final es crear «un espacio en el que se generen nuevas oportunidades de networking entre profesionales, autoridades, organismos oficiales, delegaciones internacionales y demás actores clave de la industria».
El anuncio rompe con la verborragia humanitaria que el gobierno de Pedro Sánchez y sus socios de SUMAR han vendido en las últimas semanas, pero no tanto en relación a la posibilidad de que Israel adquiera armamento español, sino al revés. Es España el país que más depende de la industria armamentística sionista. De hecho no hay agente policial o miembro de las Fuerzas Armadas que no lleve en su uniforme un producto israelí.
De la balanza comercial de guerra o policial que existe entre ambos países se deduce que el embargo español de armas a Israel es irrelevante; lo relevante para España es si Israel deja de suministrar armamento militar y policial a los diferentes cuerpos armados.
En el año 2021, el último del que hay datos oficiales, Israel fue el sexto país suministrador de productos de defensa a la industria nacional. En concreto fueron 47 millones de euros, el 1,7 por ciento del total. Para ello, Israel suele recurrir a acuerdos con empresas españolas que le abren la puerta del mercado nacional, y el marco en el que se realizan es en ferias como ésta.
Por ejemplo, mientras a la par que el Gobierno anunciaba el reconocimiento del Estado Palestino, paralelamente autorizó este mismo mes la compra de 168 sistemas de misiles contra carro Spike por más de 285 millones de euros. El fabricante es un consorcio de empresas liderado por Pap Tecnos, la filial española de la israelí Rafael, fabricante original.
Pero la relación de las Fuerzas Armadas con este sistema es antigua y tanto el Ejército de Tierra como Infantería de Marina cuentan con una versión anterior en sus filas desde hace años. De hecho, es considerado un elemento básico del Ejército español y forma parte incluso del despliegue en misiones internacionales como la de Letonia, donde España participa en una operación de la OTAN de disuasión cerca de la frontera con Rusia.
Pero hay muchos más ejemplos. Hace solo una semana el Consejo de Ministros autorizó un contrato para la compra del sistema lanzacohetes Silam, un proyecto en el que participa la israelí Elbit Systems. Y también los carros de combate Leopard usan munición de otra empresa israelí, IMI Systems. Además, este suministro no se limita a las Fuerzas Armadas y también la Policía Nacional y la Guardia Civil cuentan con sus productos entre sus filas. Por ejemplo el fusil de asalto MZ-4P de la israelí Emtan.
La trampa del gobierno del PSOE y SUMAR es vender que ha cesado la exportación, que es irrelevante. La clave está en la compra de lo que Israel vende, y que se sigue produciendo bajo el silencio cómplice de todo el arco parlamentario. La feria se celebrará previsiblemente entre abril y mayo de 2025 e Israel es sin duda uno de los países más destacados.
1 de junio de 2024