"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Los BRICS Ofrecen Esperanza en Tiempos de Guerra

Por © Sputnik /Maxim Bogodvid

Eso es todo. Una cita con el destino. Ya comenzó el encuentro geopolítico/geoeconómico más crucial del año y posiblemente de la década: la Cumbre de los BRICS bajo la presidencia rusa en Kazán, capital de Tatarstán, donde los tártaros suníes conviven en perfecta armonía con los cristianos ortodoxos.

Todo el minucioso trabajo de sherpas y analistas a lo largo de 2024 —bajo la supervisión del principal diplomático ruso a cargo de los BRICS, el viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov— convergió en tres reuniones clave finales y separadas en Moscú antes de la cumbre, en las que se agruparon los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los BRICS, los grupos de trabajo y el Foro Empresarial.

Todo ello en un contexto ya familiar para la mayoría global. El PIB combinado de las actuales naciones BRICS supera los 60 billones de dólares, muy por delante del G7; se prevé que su tasa media de crecimiento a finales de este año sea del 4%, superior a la media mundial del 3,2%; y el grueso del crecimiento económico en un futuro próximo procederá de las naciones miembros de los BRICS.

Incluso antes de la reunión de ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, subrayó que el BRICS desea eludir las plataformas occidentales «politizadas» —una sutil referencia al tsunami de sanciones y al armamentismo del dólar estadounidense— mientras los BRICS trabajan para crear su propio sistema internacional de pagos, favorable a la mayoría global.

El contexto de lo que se sucederá en Kazán esta semana no es menos que incandescente, ya que el caos descontrolado de las guerras eternas del hegemón —desde Ucrania hasta Asia Occidental— ha afectado incluso materialmente al trabajo del BRICS y a la necesidad de construir un nuevo sistema internacional de relaciones geoeconómicas prácticamente desde cero.

La declaración conjunta de los ministros de Finanzas y los jefes de los bancos centrales de los BRICS puede no parecer demasiado aventurada, pero las limitaciones no solo reflejan cautela a la hora de enfrentarse a un hegemón peligroso y acorralado, sino también contradicciones internas entre los miembros de los BRICS.

El documento reconoce «la necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera mundial para potenciar la voz de los países en desarrollo y su representación».

Sin embargo, sigue estando claro que Estados Unidos tiene menos que cero interés en una reforma profunda del FMI, el Banco Mundial y el sistema de Bretton Woods. Rusia y China, especialmente, son plenamente conscientes de que lo que se necesita es un post-Bretton Woods.

La declaración es más contundente en cuanto a la iniciativa de pagos transfronterizos de los BRICS (BCBPI, por sus siglas en inglés), acogiendo con satisfacción «el uso de monedas locales en el comercio internacional» y «el fortalecimiento de las redes bancarias» para permitirlo. Sin embargo, de momento todo es solo «voluntario y no vinculante». Se espera que Kazán dé un impulso al proceso.

En su discurso ante el Foro Empresarial de los BRICS el pasado 18 de octubre y en una mesa redonda posterior con los jefes de los grupos mediáticos de los miembros de los BRICS, el presidente ruso, Vladímir Putin, resumió de hecho todos los grandes expedientes. He aquí lo más destacado.

Sobre el papel del Nuevo Banco de Desarrollo, el banco de los BRICS con sede en Shanghái: Rusia «ampliará las capacidades del Nuevo Banco de Desarrollo»; el banco debería convertirse en el principal inversor en grandes proyectos tecnológicos y de infraestructuras para los miembros del BRICS y el sur global en general.

Esto tiene todo el sentido, con el banco financiando el desarrollo de infraestructuras e implicándose comercialmente con empresas locales privadas. Por cierto, el próximo presidente del Nuevo Banco de Desarrollo será ruso; el principal candidato es Alexéi Mozhin, que anteriormente estuvo en el FMI.

Sobre la creación de una infraestructura digital única para los BRICS: ya está en marcha.

Rusia está trabajando en «el uso de monedas digitales en los procesos de inversión en interés de otras economías en desarrollo».

Esto enlaza con el trabajo de los BRICS en su propia versión de SWIFT para las transacciones financieras internacionales. Y también con BRICS Pay, una tarjeta de débito cuya primera prueba tuvo lugar durante el Foro Empresarial a mediados de octubre, similar a AliPay en China, y que pronto se extenderá a todos los miembros de los BRICS.

Una moneda única de los BRICS: «Aún no se está considerando, este tema todavía no está maduro». La desdolarización, subrayó Putin, avanza paso a paso.

«Estamos dando pasos individuales, uno tras otro. En cuanto a las finanzas, no abandonamos el dólar. El dólar es la moneda universal. Pero no fuimos nosotros: nos lo prohibieron y nos impidieron [utilizarlo]. Y ahora el 95% de todo el comercio exterior de Rusia está denominado en monedas nacionales. Lo hicieron ellos mismos con sus propias manos. Pensaron que nos hundiríamos», destacó.

En cuanto al reto de una moneda unificada de los BRICS, Putin recordó que cuando se introdujo el euro en la UE, sus economías no eran ni comparables ni iguales.

Eso «requiere una integración económica profunda. (…) Aparte de un alto nivel de integración entre los miembros del BRICS, la introducción de una moneda única del BRICS implicaría una calidad y un volumen monetarios comparables (…) De lo contrario, nos enfrentaremos a problemas aún mayores que los que se produjeron en la UE», destacó.

Putin mantendrá al menos 17 reuniones bilaterales en Kazán. El mandatario hizo hincapié, una vez más, en que «el BRICS no es un grupo antioccidental, es solo un grupo no occidental», así como nombró los motores económicos clave en un futuro próximo, el sudeste asiático y África.

El desarrollo «se producirá objetivamente sobre todo en los países miembros del BRICS. Esto es el sur global. Esto es el sudeste asiático. Esto es África. Habrá un crecimiento positivo en países poderosos como China, la India, Rusia y Arabia Saudita, pero los países del sudeste asiático y África mostrarán un crecimiento más rápido por varias razones», agregó.

También destacó los principales proyectos de desarrollo de infraestructuras entre los BRICS y el sur global: la Ruta Marítima del Norte —que en China se define como la Ruta de la Seda del Ártico— y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur, con la tríada BRICS Rusia-Irán-la India como socios clave.

Sobre la Ruta Marítima Septentrional, Putin destacó cómo «estamos construyendo una flota de rompehielos que no tiene parangón en el mundo. Va a ser una flota única, siete rompehielos nucleares y 34 rompehielos de propulsión diésel, de alta clase y gran potencia».

Sobre la asociación estratégica Rusia-China: es uno de los factores clave de la estabilidad en el mundo; en las relaciones entre ambos, «no hay mayores ni menores». Sobre el Gran Tablero de Ajedrez, «Rusia no interfiere en las relaciones entre Estados Unidos y China», incluso cuando «los europeos han sido arrastrados a Asia a través de la OTAN».

«Nadie pregunta a los europeos si quieren estropear su relación con China, si quieren utilizar las entidades de la OTAN para entrar en Asia y crear una situación que cause preocupación en la región, en China concretamente. Aun así, se dejan arrastrar como cachorros», remarcó.

Las guerras eternas de EEUU apuntan a los BRICS

Habrá una sesión especial sobre Palestina en Kazán con los miembros de los BRICS y los socios del grupo (Turquía está incluida). Putin cree que «disolver el Cuarteto de Oriente Medio fue un error». El Cuarteto incluía a Rusia, Estados Unidos, la ONU y la UE. En teoría, debería haber mediado en el proceso de paz entre Israel y Palestina. En la práctica, no lo hizo.

El famoso belicista Tony Blair formaba parte del cuarteto. Diplomáticamente, Putin dijo: «No pretendo acusar aquí a Estados Unidos en todos los aspectos, pero desgraciadamente fue un error disolver los cuatro [el cuarteto]».

Volvió a insistir en que «Rusia ha mantenido sistemáticamente la opinión de que debe aplicarse la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de establecer dos Estados: Israel y Palestina». Y, significativamente, añadió que «Rusia está en contacto permanente tanto con Israel como con Palestina».

Esto puede interpretarse como una mediación estratégica y unos intercambios serios a través de los canales de comunicación. Sin embargo, no se aventuró a entrar de cabeza en el fuego, limitándose a decir que espera que cese el «interminable intercambio de golpes» entre Israel e Irán, al tiempo que añadía que «buscar un compromiso en el conflicto árabe-israelí es posible, pero se trata de un terreno muy delicado».

Todo lo anterior es muy significativo para el contexto del BRICS porque las guerras en Asia Occidental han estado interfiriendo seriamente en el trabajo dentro del BRICS. Y encima, las guerras, frías, híbridas y calientes, están de hecho esencialmente dirigidas contra tres miembros del BRICS, Rusia, Irán y China, no por casualidad descritas como las tres principales amenazas existenciales para el hegemón. Y eso nos lleva inevitablemente a Ucrania.

«El Ejército ruso se ha convertido en uno de los ejércitos más eficaces en combate y de más alta tecnología del mundo (…) Cuando la OTAN se canse de librar esta guerra contra nosotros, solo hay que preguntarles. Estamos dispuestos a seguir luchando, a continuar la lucha, y tendremos las de ganar», subrayó Putin.

Confirmando lo que el analista militar Andréi Martianov lleva años estudiando, Putin explicó cómo la guerra moderna es la guerra de los matemáticos, algo que se les escapa por completo a los guerreros de la OTAN.

«La gente que lucha sobre el terreno me ha dicho que la guerra actual es la guerra de los matemáticos. Los dispositivos de interferencia de radio serían eficaces contra determinados vehículos de lanzamiento y los suprimirían. El otro bando, por ejemplo, ha calculado y previsto cuál es la contrafuerza y reprograma el software de sus medios de ataque en una semana o tres», aclaró.

En cuanto al campo de batalla, con el «orden internacional basado en reglas» encontrando su humillante desaparición en el suelo negro de Novorossia, Putin no podría ser más categórico sobre el gambito de la «Ucrania nuclear».

«Es una provocación peligrosa porque cualquier paso en esta dirección tendrá una respuesta (…) Lo diré sin rodeos: Rusia no permitirá que esto ocurra pase lo que pase», enfatizó.

Lo que está en juego en Kazán no podría ser mayor. Al final de la semana, la mayoría global sabrá si Kazán pasará a la historia como el hito de un nuevo sistema emergente de relaciones internacionales, o si las burdas tácticas de divide y vencerás seguirán aplazando la inexorable desaparición del viejo orden.

Fuente Sputnik News

Octubre, 2024

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