Profesor de periodismo y comunicación social, además de importante personalidad del mundo católico venezolano y amigo personal de Chávez, el padre Numa Molina fue invitado a Roma por el profesor Luciano Vasapollo (con él en la foto), delegado del rector para las relaciones con América Latina y el Caribe, para participar en la Universidad La Sapienza en actividades educativas y de investigación. Deseando un aumento en los intercambios culturales para fomentar la amistad entre los pueblos, el rector de La Sapienza, Eugenio Gaudio, recibió al sacerdote junto con Vasapollo.
En esta ocasión, el jesuita venezolano tuvo varias reuniones de gran profundidad política y cultural, a partir de las reuniones de perspectiva en Roma con el presidente internacional de la Cruz Roja, Francesco Rocca, ayudando así a restablecer un diálogo abierto entre la organización de la Cruz Roja y el gobierno de Venezuela. Por el mismo motivo, se reunió con los gerentes de UNICEF, Santodonato y Rizzera, para verificar las posibilidades de una colaboración concreta.
El profesor Vasapollo, como delegado del rector, representó a la Universidad de La Sapienza en reuniones con organizaciones como UNICEF y la Cruz Roja Internacional llamadas “a fomentar un diálogo que, a un alto nivel de sentido cultural, en la reciprocidad y respeto por las relaciones internacionales, pueda contribuir a la confianza mutua entre estos organismos internacionales y las instituciones de Caracas.” Esto también ha ayudado al acuerdo alcanzado en estos días, que ya ha permitido destrabar la ayuda humanitaria y, en particular, de medicamentos y productos médico-quirúrgicos, que estuvieron detenidos por mucho tiempo en Panamá y Brindisi.
“Sin embargo, el abrirse de canales de diálogo y colaboración para enviar ayuda humanitaria, si bien es ciertamente un hecho positivo porque la falta de drogas condena a muerte a los más débiles, no debe convertirse en una coartada para perpetuar un bloqueo económico y financiero tremendo y sofocante, que tiene el único propósito de estrangular a Venezuela doblegando su capacidad de autodeterminación”, recalcó Vasapollo, quien en mayo encabezó una delegación en Cuba y Venezuela para brindar solidaridad a los dos países víctimas del ataque imperialista. “El bloqueo económico es una forma verdaderamente criminal de guerra y la universidad no puede dejar de ver y hacer vista gorda, sino que debe colocar la cultura como un gran instrumento de diálogo en el respeto institucional y constitucional, de paz y de justicia en contra de toda forma de guerra militar, económica y financiera que la lógica del lucro impone como una distorsión atroz de las relaciones internacionales, rompiendo el uniteralismo imperialista, construyendo en su lugar un mundo multipolar y multicéntrico”, explicó Vasapollo.
En La Habana y Caracas, donde el economista italiano ha firmado acuerdos de colaboración y protocolos de implementación con las universidades cubanas, la Universidad Bolivariana y la Universidad Bolivariana de Trabajadores, se concretó la invitación al padre Numa, profesor de comunicación social y destacado exponente del mundo católico venezolano. Y en La Sapienza, el padre Molina dio seminarios y conferencias, además de debates con estudiantes y profesores. Su estadía en Roma también ha permitido otras reuniones importantes sobre el tema de la situación venezolana, acerca de las cuales este periódico informará completamente, que con la colaboración prestigiosa del padre Numa, desde Caracas, aumentará los espacios dedicados a América Latina. Para nosotros, en el Faro di Roma es muy importante destacar con gran satisfacción que La Universidad La Sapienza no renuncia a su papel internacional en favor de la amistad entre los pueblos, ni siquiera cuando el bloqueo económico y financiero decretado por los Estados Unidos y la Unión Europea a países como Cuba y Venezuela hace que los intercambios culturales, educativos, académicos de investigación y científicos sean aún más difíciles.