El encuentro en la plaza de San Pedro al final de la audiencia general del miércoles pasado, precedido por una larga reunión privada con el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, en el Palacio Apostólico, les permitió al profesor Luciano Vasapollo, delegado del rector de la Universidad La Sapienza para las relaciones con América Latina, y al sacerdote jesuita venezolano Numa Molina, invitado de la universidad romana para una serie de importantes actividades académicas, de seminarios y de investigación, presentarle al Papa Francisco una imagen actualizada de la situación en Venezuela, un país sometido a un bloqueo económico cruel, cuyas consecuencias son muy pesadas para la población, especialmente para los más vulnerables, es decir, los niños y los ancianos, que corren el riesgo de ser privados de la atención médica.
Sobre esta angustiosa realidad, Vasapollo y el padre Molina han tenido en los últimos días reuniones privadas con el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Francesco Rocca, y con dirigentes de otras organizaciones internacionales, comenzando con UNICEF, en particular, con el presidente del Lacio y el director general para Italia, David Santodonato y Paolo Rozera, sobre los cuales informaron personalmente al Papa.
Los diálogos iniciados por el jesuita venezolano con estos organismos, bajo la coordinación del profesor Vasapollo, también fueron el tema central de una reunión en el Vaticano, en la Casina Pio IV, con el profesor Stefano Zamagni, presidente de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, con el fin de fomentar el papel de la cultura y de los altos representantes académicos en el diálogo para enfrentar problemas, dentro del respeto institucional, problemas políticos y sociales críticos.
“Estoy comprometido -explicó el padre Molina a FarodiRoma- en una misión no partidista, que representa al pueblo venezolano, es decir, a los humildes y no a un sector político, y es mi deber como sacerdote decir lo que esta gente no puede decir porque la prensa occidental, que está vinculada al poder imperialista, distorsiona y falsifica la verdad. Con el profesor Vasapollo, a quien agradezco de corazón el gran esfuerzo organizativo y por la cercanía fraterna con nuestra gente, nos encontramos con el Secretario de Estado y brevemente con el Papa, para atestiguar que las informaciones sobre Venezuela a menudo son falsas y el pueblo, pobre y sometido a dura prueba por el bloqueo económico, pero no doblegado, se siente ofendido por estas falsedades, sufre las privaciones derivadas de las sanciones y por las infamias que se hacen circular desde el exterior del país, no por las dificultades derivadas de una dictadura: en nuestro país, en cambio, hay una fuerte democracia participativa. La dictadura es la del imperio que nos ataca con todos los medios porque no renunciamos a nuestra independencia, sobre la cual no cederemos. Le dijimos al Papa que la Universidad La Sapienza está luchando por la paz, y también por esto le agradezco en particular al profesor Vasapollo, que con grandes y nobles esfuerzos científicos, humanos, morales, y un gran empeño político y cultural, junto con otros docentes, transmite verdades científicos libres sobre el sufrimiento del sur y de mi país, impuestos por la lógica del lucro. Agradezco al rector Eugenio Gaudio, quien me dio la bienvenida, así como a la Cruz Roja, a UNICEF y a la Academia Pontificia de Ciencias Sociales”.
“Al Papa Francisco -añadió Vasapollo- le ilustré las tremendas y criminales consecuencias del bloqueo económico en la vida de los niños y de los más débiles, a quienes la posibilidad de tratamiento se les quitan junto con los medicamentos, y por tanto la esperanza de vida. Todo esto no es aceptable si queremos construir un verdadero diálogo de paz. Creo que más que la ayuda humanitaria, se necesita justicia y responsabilidad por parte de quienes, por los intereses del petróleo, de las ganancias y del dominio imperialista y de las multinacionales, provocan contra los pueblos de Venezuela, Cuba, Irán, Siria, Yemen y muchos otros, guerras militares, comerciales, financieras y económicas que matan a niños y a muchas personas pobres que solo quieren vivir en paz respetando su independencia y autodeterminación. En los bancos europeos están bloqueados 7 mil millones de dólares, lo que impide incluso los suministros médicos o el envío de medicamentos y el pago de terapias a nivel internacional. Pero que quede claro que la ayuda humanitaria es bienvenida, pero en el diálogo institucional y constitucional y siempre respetando la soberanía, un valor que no se puede negociar”.
“¿Qué hacen el gobierno italiano y la Unión Europea para respetar la soberanía de Venezuela expresada en 24 elecciones democráticas en menos de 20 años, siempre certificadas por observadores internacionales súper partes como la Fundación Carter y personalidades como José Luis Rodríguez Zapatero y numerosos premios Nobel?”, se preguntan, como siempre de acuerdo, el padre Molina y el profesor Vasapollo, después de haberle contado todo esto al Papa y al final de esta visita a Italiano y al Vaticano del jesuita, que siguió al viaje de Vasapollo hace un mes, encabezando una delegación para llevar solidaridad a Venezuela y Cuba, con otra serie importante de reuniones en pos de un diálogo de paz digno, real y compartido, y no condicionado por las falsedades mediáticas occidentales.
“Estoy haciendo – explicó el padre Numa Molina a FarodiRoma – de portavoz del pueblo venezolano y, por lo tanto, del gobierno legítimamente electo. Es mi deber hacerlo como miembro de la Iglesia Católica y del Movimiento eclesial de opción por los pobres. El hecho de que el profesor Vasapollo, como delegado del rector, me invitara en nombre de la Universidad más grande e importante de Europa, pone en el primer lugar el valor de la cultura, que se basa en el respeto por la vida y la dignidad de las personas. Una prioridad, lo digo claramente, que demuestra con su compromiso el profesor Vasapollo, quien desde hace décadas lucha contra la barbarie de los imperialismos y del mundo unipolar ‘occidentalcéntrico’, para hacer realidad el mundo de la libertad de los pueblos multicéntrica y pluripolar, y por esta razón también se encuentra entre los fundadores y como miembro de la secretaría ejecutiva internacional de la red de intelectuales en defensa de la humanidad”.
En las diversas reuniones también participó el vaticanista Salvatore Izzo, director de FarodiRoma y observador internacional en las elecciones presidenciales del año pasado en el distrito de Caracas, adonde regresó un año después para llevar solidaridad con la delegación encabezada por Vasapollo. A Izzo, la Universidad Bolivariana le había confiado un mensaje para el Papa Francisco con el testimonio de estudiantes y docentes que desean comprometerse por el diálogo y la paz en el país, respetando las instituciones y los resultados electorales. El Papa Francisco, al recibirlo, respondió: “dígales que sigan adelante”.