Qué vaina. Buscó lleno de esperanzas los caminos de la solidaridad y justicia. Mil aplausos para Isava. Fue dirigente de la Comisión Obrera y con esa responsabilidad viajó por todo el país y llevó el fuego sagrado de los luchadores verdaderos”
Orlando Villalobos
Para un viaje muy lejano se marchó ayer viernes el tiburón Gilberto Isava… El alzheimer acabó con la vida de este noble compañero; la diabetes, que lo hostigo durante 30 años no pudo con ese gigante: de tamaño, corazón, y nobleza, que compartió con nosotros todos nuestros compromisos.
Innumerables combates se le atraviesan, diariamente, a un revolucionario diariamente, unas veces con los obreros de la universidad de oriente, otra con los pescadores entre Araya y Paria; de esas luchas por los derechos del pueblo trabajador, Gilberto Isava emerge como responsable de la Comisión Obrera Nacional de la Liga Socialista, postulado por nuestro “Maestro” Jorge Rodríguez.
De su generación quedamos pocos, pero de su compromiso son muchos los que nos acompañan… Hoy se cumple un mes que enterramos al «Cabezón» Yajure, él y Gilberto son de la misma escuela y de la misma madera, la verdad de nuestro compromiso con la vida que se sostiene hasta la muerte.
El Tiburón Isava hizo su propio nido entre nosotros, guardaremos en cada batalla, en cada enfrentamiento su memoria como decía Jorge en esta lucha a muerte» contra el capitalismo; nuestro homenaje puño en alto es:
Leales Siempre, traidores nunca.
Aquí no se rinde nadie de los tuyos Tiburón.
En tus palabras, los que arrugan que se vayan al carajo. El socialismo se conquista peleando.
Un comentario
QUIZÁS no hayamos tenido -en la lucha popular venezolana- a un erudito [«autodidacta»] de la talla de Gilberto Isava [«El Tiburón»]. Lo conocí como un gran líder obrero de la Liga Socialista [LS]; cuando en los años ’80, me incorporé en la UDO-Sucre al partido fundado por Jorge Rodríguez y Carmelo Laborit. Ya veníamos del famoso frente juvenil llamado MEUP [Movimiento Estudiantil de Unidad con el Pueblo]; tronco iniciático de la LS. Isava trabajaba como jardinero en la sede universitaria; vendía libros; y era un consumado lector. [Alguna vez llegué a pensar, que lo de «Tiburón», era porque «se devoraba» toda la literatura que caía en sus manos. ¡Increíble…!]. ¡Allá nos veremos, hermano…! Jesús MEZA DÍAZ [Cumaná/24SEP19].