El Movimiento Militar Bolivariano, desde las catacumbas de la clandestinidad, surge el 4F de 1998 con el liderazgo del comandante Chávez y su célebre como brevísimo discurso que impactó a la opinión pública nacional y reactivó el movimiento popular venezolano. El comandante Chávez se posiciona en una larga coyuntura de transición, que arranca con la insurgencia popular del 27 y 28 de febrero de 1.989 contra el paquetazo neoliberal de CAP- Fedecamaras- Imperialismo Yanqui y se cierra con la muerte física del presidente Chávez, cuando dejó de pensar el 5 de marzo del 2013: dejando nada más y nada menos que la Revolución Bolivariana con el ideario de Bolívar, el Plan de la Patria, su legado y el liderazgo del presidente Nicolás Maduro, que le ha tocado asumir en la era post Chávez una nueva coyuntura política sumamente difícil, compleja y exigente, en medio de un asedio imperialista con la guerra de cuarta generación, una guerra irrestricta, multiforme y global contra Venezuela, su pueblo y su Revolución Bolivariana.
El presidente Maduro, con el respaldo de la mayoría de nuestro pueblo, lo ha hecho bien en lo fundamental, más allá de las dificultades, obstáculos y de errores.
El 4F y sus antecedentes históricos retoman, en las circunstancias de la Venezuela Bolivariana de hoy, el sueño de Angostura de febrero de 1819, el proyecto de Colombia la Grande de 1820 y 1830. Intentamos con la guerra federal de 1859-1863 con el general Zamora y no fue posible.
En el siglo XX pasado, batallamos compatriotas, socialistas, comunistas, movimientos y partidos de izquierda contra el imperialismo Yanqui y tampoco fue posible. Con la candidatura de Chávez, ganamos las elecciones del 6 de diciembre de 1998 y con La Constituyente de 1999 retomamos el programa perdido con la muerte del Libertador y la disolución de la Gran Colombia de 1830.
Con el liderazgo del Comandante eterno y su programa político, se agudiza la lucha de clases y aparece con claridad la Revolución Bolivariana, Antiimperialista, Humanista, Democrática y Socialista, las Líneas organizativas y de masas el PSUV, el Libro Rojo, el polo Patriótico, el Congreso Bolivariano de los Pueblos, la Asamblea Nacional Constituyente y la articulación democrática con movimientos sociales, partidos de izquierda de la Latinoamérica y pueblos del mundo que luchan por ser libres:
Con Cuba, Nicaragua y el Alba, como base de resistencia, y países aliados independientes que confrontan al imperio de Trump y al neoliberalismo.
Y en el marco de las contradicciones que rigen en el mundo del siglo XXI, la Imperio – Nación, Imperio – Humanidad y la Capital- trabajo.
El capitalismo tiene una crisis estructural, que no tiene salida positiva en el marco del neoliberalismo, y el imperialismo Yanqui está en decadencia histórica y será el imperio más corto de la humanidad. Sigue siendo peligroso, puede cometer locuras, pero está entrampado en sus propias contradicciones.
El presidente Maduro, tiene plena comprensión científica e histórica de la situación planteada en Venezuela, la región y el mundo. Sabe del rumbo a seguir, desarrolla una geopolítica de paz y las siete líneas estratégicas.
Es el momento de pensar como pueblo, con reflexión en profundidad y sentido de grandeza.
Bolívar en 1815 tenía serias dificultades, pero sabía que el imperio español estaba en decadencia, en el ocaso. Definió una política, una estrategia y triunfó en Carabobo y en Ayacucho.
Chávez señaló un camino “Unidad, lucha, Batalla y Victoria”.
Tenemos una tarea central: enfrentar y derrotar al imperialismo yanqui.
Honor y Gloria a los rebeldes del 4F.
Leales siempre, traidores Nunca