"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Luchar por la vida… Pero es finita

Luchar por la vida y ante la vida. Luchar por el amor y ante el amor. El amor es lo más importante que ha producido la naturaleza, ha dicho el poeta Gustavo Pereira, que comparto.

De suerte que la vida y el amor es lo más bello, que le da sentido a la humanidad, es la dialéctica de la vida y la naturaleza, pero  es finito. Todo es cambio y transformación. La vida no es eterna, es finita y le acompaña la muerte.

el poeta de Carora Davis Bracho lo expresa así:

La muerte

Que muerte tan famélica,

Es la muerte misma,

No da cuartel ni tregua,

Se hunde, se hunde,

Solo se hunde sin flores,

Ni calma ni sosiego,

Solo se hunde en la oscuridad,

Muerte lenta y voraz,

Que muerdes el polvo de la tormenta,

Y te vas con todo,

Para quedarte con nada.

Los seres humanos no nos acostumbramos a la llegada de la muerte, y cuando esta llega a seres queridos, la enfrentamos con el recuerdo, la memoria… La historia.

Así nos pasa con los camaradas Jesús María Pacheco e Ignacio Montaña que dejaron de pensar por estos días de abril.

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