"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

El Ejército de Morillo vosotros lo veis, está reducido a un miserable esqueleto

PROCLAMA DE SIMÓN BOLÍVAR, ANGOSTURA  30 DE DICIEMBRE DE 1817

¡A los Pueblos de Venezuela!

La última campaña que debe terminar la Guerra de Venezuela es ésta. El Ejército del General Morillo  que presumía reconquistar la América, vosotros lo veis, está reducido a un miserable esqueleto. La nueva expedición que intentó subyugar a Margarita  ha cubierto de nuevo oprobio a las armas españolas, sin aumentar la gloria de los venezolanos, pues la destrucción de los cobardes es un castigo y no es un triunfo. Su indigno caudillo, después de haber sufrido las más humillantes derrotas, ha vuelto a los Llanos de Caracas a presentar por víctimas los fugitivos que escaparon con él. Las fuerzas de Morillo no pueden medirse con las nuestras, porque son inferiores en número y en virtudes militares. Nuestra Caballería es incomparable, y nuestra Infantería en campo raso, donde la disciplina y el valor deciden de la victoria, siempre ha triunfado.

¡Venezolanos! ¿Qué pueden oponer los tiranos? Reliquias, cuerpos desmoralizados, mal conducidos, débiles: he aquí los que pretenden manteneros encadenados como a viles esclavos. . . Pero no, vosotros seréis libres, yo os lo puedo decir confiado en diez mil intrépidos soldados que tengo la gloria de guiar al campo del honor.

¡Venezolanos! La caduca España no puede más hacer impotentes esfuerzos. Nuestra resolución, constancia y denuedo han burlado sus proyectos destructores, agotado todos sus recursos militares y la fuente de todas sus riquezas. Ya el término de nuestra lucha va a fijarse…

¡Venezolanos todavía oprimidos! esperad tranquilos a vuestros hermanos; no aumentéis el peso de vuestros hierros; y no seáis instrumentos de vuestro propio cautiverio. Alejaos de las odiosas banderas de la España. Abandonad a esos débiles tiranos. Solos no pueden sostener la lid, que han logrado prolongar a costa de vuestra sangre. Despedazad vuestras cadenas, convertidlas en puñales que atraviesen los pechos inhumanos de esos verdugos, y libres vuestras manos empleadlas en tejer coronas para vuestros libertadores.

 

Simón Bolívar

Cuartel General de Angostura, a 30 de diciembre de 1817.

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Un comentario

  1. Tan cierto como escrito desde la cúspide del honor y la victoria, implacable sentencia de libertad e independencia lograda por las armas patriotas, ejemplo eterno de constancia y lucha libertaria

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