Claro, como todo, siempre es determinante el lente que se use para mirar, las intenciones que se tengan para mirar, la posición política que asuma, los prejuicios y hasta las malascostumbres, hay de todo. Pero para muchos esta del 21 de noviembre fue una gran victoria del pueblo, sin duda, repito, una gran victoria, por supuesto, que no faltarán quienes traten de quitarle mérito con complicadas prestidigitaciones cual mago numerólogo. Este combate se libró en condiciones muy difíciles, en medio de un proceso que se caracteriza porque estamos comenzando a salir de los estragos de una cruel guerra (sé que muchos niegan que hay una guerra y que no hay bloqueo), una verdadera guerra, donde nos tiraron a matar, y en esas condiciones el pueblo nos dio la victoria (pudo habérsela dado a la oposición), pero muchos de esos magos hacen sus análisis en abstracto, en el campo puramente numérico como si no existiera una realidad, o se inventan una realidad que les calza para sus intencionados análisis, bueno, allá ellos con sus intenciones o sus limitaciones. El combate continúa, y tal vez más complicado, pero necesario de asumir, y para eso tendrán que hacer los análisis verdaderamente críticos que sirvan para seguir avanzando. Sin duda que por eso los revolucionarios no decimos vencimos sino que decimos: ¡venceremos!