"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Entre pandemias te veas

DONALD TRUMP, BOLSONARO, DUQUE Y OTROS VIRUS

Sigamos con el tema imperial. Es indecible la rebelión que desata dentro de nosotros una joven enfermera estadounidense en pantalla, contando que sus compañeros médicos y paramédicos sobretrabajan duro y muy intensamente, pero no tienen justa retribución salarial y menos aún protección anti-virus.

Se acaban las palabras ante cuadros así. Nos revuelve la furia bolivariana.

El peripatético presidente norteño también “desheredó” a la OMS. Hace años su homóloga Organización Mundial del Comercio (Omc), viene dándole trompadas a la Oms a favor de los consorcios farmacéuticos, lo que evidencia que ciertamente Donald Trump se aprovecha de la emergencia pandémica para golpear con más furia.

Esta seria institución cometió el pecado de afirmar que “Estados Unidos podría convertirse en el epicentro inmediato de la pandemia”, lo que ya ocurrió. Nueva York es la muestra. ¿Y Europa qué, hecha trizas ahora por haber “privatizado” la salud?

Europa no ha podido resolver el asunto porque los grupos privados son los “dueños y señores”. “Le toca hablar al billete”, dice una canción de Yordano. Cierto. La pregunta que enfrenta el paciente en la clínica es la siguiente, ¿Señor, qué seguro tiene usted?

El Presidente Chávez decía que el XXI es “el siglo en que desaparecerán todos los Imperios”. El Papa Francisco les dijo hace poco que “este no es el siglo del egoísmo”. Y el francés Macrón tuvo que reconocer que la salud privatizada “no es viable”.

Y otros, en escenarios callejeros y queriendo socializar el tema “privatizaciones”, han dicho chistosamente que “reducir el número de chalecos salvavidas en un barco es una idea  genial…siempre que no se presente un naufragio”.

Los zares neoliberales han quedado  desnudos, “en cueros” y dando “la cómica”. Están siendo los protagonistas de otra hecatombe de lesa humanidad. Lanzaron al abismo el estado de bienestar para quedarse con su enemigo terco, el estado de malestar.

Volvamos al Covid-19. Las redes sociales estremecen al mundo con escenas dantescas en torno de la pandemia. Y la “pelea de perros” que escenifica Estados Unidos con sus socios europeos, algunos de ellos realmente “víctimas” como España e Italia. Y la lucha de clases en escala global, resucitando al barbudo revolucionario de Tréveris.

¿Está llegando la hora de la “medicina preventiva” en el mundo?  ¿Están urgidos los europeos de un sistema de salud pública?  ¿O más bien se está desplomando el capitalismo “caníbal”, como producto de la crisis sistémica?

Porque necesitamos un Estado Social, no un Estado Mínimo Antisocial..

Entre tanto, sobrellevan el viacrucis de la salud como “industria”, al tiempo que brindan apoyo financiero a los bancos, protegen a las encumbradas cadenas empresariales y comerciales y abandonan a  su desgracia a las abuelas y los abuelos.

Los dueños del planeta están evidenciando que sólo están a favor de los “especuladores”. Venezuela tiene miles de  millones secuestrados en 28 bancos de 21 países. Y por desgracia no estamos solos en ese trance, que lo digan los iraníes y otros.

El Presidente Maduro planteó que “basta que nos devuelvan lo que nos han robado”. Se dijo al comienzo de 117 mil millones de dólares saqueados y ahora del equivalente a  6 presupuestos nacionales. O sea, una montaña de dinero.

Estados Unidos hoy, con Covid-19 de por medio, aplica “expropiaciones” y “sanciones” contra 37 naciones del mundo. Venezuela fue incorporada a las “expropiaciones” valiéndose de la pandilla de renegados que encabeza Juan Guaidó.

Donald Trump, qué duda cabe, ha usado el Covid-19 para agudizar el acoso contra Venezuela. Amenaza militarmente a nuestra patria y asedia en altamar las naves con alimentos y medicinas, aparte de robar y sabotear bienes y fondos.

Y lo que es peor: amenazó de que tomará militarmente el Mar Caribe para “proteger a Estados Unidos del narcotráfico”. ¿?. Son los piratas y bucaneros del presente.

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