"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Momento de inflexión

La organización popular, el PSUV, los CLAP, los ASIC, los cuerpos combatientes de Milicianos, las FABN en clara unidad cívica militar movilizados y con un mando único bajo la dirección del Presidente Nicolás Maduro, está derrotando al COVID-19, a la invasión mercenaria contratada por Guaidó con la empresa de guerra norteamericana SILVERCORP, estamos ganando la guerra, sin embargo no hemos podido vencer la inflación inducida, la especulación, necesitamos ganarle la pelea a este flagelo.

El aumento descarado de los precios de productos de consumo diario, del pasaje del transporte, sin justificación alguna y la escases de gasolina está provocando un descontento en el pueblo, creando las condiciones para un estallido social cuestión conveniente para los enemigos de la Revolución Bolivariana, atentando contra la paz de la nación.

Es necesario apoyarnos en la misma metodología victoriosa  de trabajo, con que enfrentamos el COVID-19 y la incursión mercenaria, con el pueblo organizado y movilizado para derrotar la especulación, la inflación inducida; establecer el control de precios desde sus orígenes con la participación de los CPT (Consejos Productivos de Trabajadores) desde las fábricas, y con la participación del pueblo en toda la cadena productiva, hasta el consumidor final.

En medio de esta guerra hibrida, multifactorial, total implementada por el imperialismo EEUU contra la Nación venezolana, necesario es producir para abastecer las necesidades internas sin la dependencia extranjera técnica, tecnológica y menos aún del volátil papel verde, que continúan marcando el “valor” de nuestro bolívar desde páginas web sin base legal alguna.

Es momento de inflexión, existen condiciones objetivas (identificación del enemigo, de la contradicción principal) y subjetivas (un pueblo consciente, de sus aliados y dispuesto a defender su revolución) para romper los lazos que nos atan a la dependencia: fijar a través del Banco Central el verdadero valor de nuestra moneda, colocar los precios que corresponde a los productos según criterios científicos, avanzar en la construcción de un sistema económico productivo, social y comunal, romper de verdad con el patrón dólar y volver al patrón Oro más difícil de manipular, por las mafias comprometidas con la guerra y con el imperialismo, satisfacer las necesidades reales y sentidas de la población venezolana y conquistar la soberanía económica

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