Maria Zambrano y José Caldera, Movimiento  Cultural “Bolívar Insurgente”

El pensamiento del Libertador Simón Bolívar, desde muy temprano, desde su juramento de Libertar a la América, en el Monte Sacro, en Roma, apenas con 21 años, y a lo largo de su carrera político militar, siempre pensó y lucho por la Libertad y la unidad de todas las colonias españolas americanas, y su sueño era verlas convertidas en una Confederación Continental, para que las nuevas republicas, unida, pudiera defenderse de las acechanzas de los imperios de la época y las aspiraciones expansionistas de EEUU. Entonces decía:

“La ambición de las naciones de Europa lleva el yugo de la esclavitud al demás parte del mundo; y todas esas partes del mundo deberían tratar de establecer el equilibrio entre ellas y la Europa, para destruir la preponderancia de esta última. Yo llamo a esto el equilibrio del universo y el debe entrar en los cálculos de la política americana”

(La Gaceta de Caracas, órgano oficial de la Republica, en su número 30 de 1813)

“Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo vinculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tienen un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse “

carta de Jamaica, 6 de septiembre del 1815.

El triunfo de las armas republicanas entre 1819 y 1822, al mando de Bolívar, en Boyacá, Carabobo y Pichincha crearon las condiciones para que el sueño de integración americana, se expresara en la Unidad de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador con la fundación de una gran nación que se llamó Colombia, creada en 1819 y disuelta a la muerte de Bolívar, en 1830, hoy, para distinguirla de la actual Colombia, a ese periodo se conoce como el de la Gran Colombia.

En Angostura en el 1819, el Libertador, en relación a la creación de Colombia, se dirigió a los diputados diciendo:

La reunión de la Nueva Granada y Venezuela en un grande estado ha sido el voto uniforme de los pueblos y del gobierno de estas Repúblicas.  La suerte de la guerra ha verificado este enlace tan anhelado por los colombianos; de hechos estamos incorporados. …..

Volando por entre las próximas edades mi imaginación se fija en los siglos futuros, y observando desde allá con admiración y pasmo la prosperidad, el esplendor, la vida que ha recibido esta basta región, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el corazón del universo, extendiéndose sobre sus dilatadas costas, entre esos océanos que la naturaleza había separado y que nuestra patria reúne con prolongados y anchurosos canales….

…Ya la veo servir de lazo, de centro de apoyo a la familia humana.

Ya la veo enviando a todos los recintos de la tierra los tesoros que abrirán sus montañas de plata y oro.     

Ya la veo sentada sobre el trono de La Libertad, empuñando el centro de la justicia, coronado por la gloria, mostrar el mundo antiguo la majestad del mundo moderno.

Y luego sobre el Sistema de Gobierno para las nuevas repúblicas hizo un ruego fervoroso a los legisladores:

“Dignaos conceder a Venezuela un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa.

Un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz.

Un gobierno que haga triunfar bajo el Imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad.”

Posteriormente en el 1822, culminada la Liberación de los pueblos que formaron Colombia, Bolívar se puso a la orden de San Martin para apoyar la campaña del Sur hasta expulsar a los españoles de nuestra América, ambos compartían el mismo ideal unitario americanista, pero San Martin por la inestabilidad y divisiones de la política argentina y peruana se apartó de la lucha y alguna vez justifico su separación diciendo: “me falta valor para fusilar a alguno de mis compañeros de armas y de causa”. Así que, Bolívar, se vio obligado, con el apoyo de Colombia, a aceptar la invitación del Congreso de Perú para continuar y consolidar la obra iniciada por San Martin.

El ejército de Colombia, unido a los ejercito de patriotas peruanos, argentinos y chilenos, que en parte comandaba San Martin y al mando de Bolívar y Sucre, llegan hasta el Potosí liberando pueblos esclavizados y creando las repúblicas independientes de Perú y Bolivia, fundadas en la soberanía popular, la igualdad política y social de todas las razas y la abolición total de la esclavitud, principios odiosos para los imperios y las oligarquías criollas.

La unidad de Argentina, Perú y Bolivia estuvo a punto de ser, cuando una Comisión del Congreso Argentino, el general Alvear y el Dr. Diaz Vélez, fueron al Alto Perú, y solicitaron a Bolívar, apoyo para liberar territorio argentino, la banda oriental, (Uruguay) que había sido invadido por la Monarquía de Brasil, pero la oligarquía  Argentina maniobró y encontró en el partido monárquico con Rivadavia su salvador, quien pacto con Inglaterra como mediador, para un arreglo con Brasil  e impedir el apoyo de Bolívar a las corrientes populares de las provincias del Rio de la Plata que lo reclamaban, significando ese pacto la separación  de Uruguay de Argentina.

Santander y Rivadavia, se aliaron contra la propuesta de Bolívar del Congreso Anfictiónico de Panamá.

Poco después estallo en Colombia un conflicto interno, provocado por Santander, que obligo a Bolívar a dejar el Sur y regresar a su Patria a intentar impedir lo que no pudo, la división de la gran Colombia, las oligarquías criollas aliadas con EEUU e Inglaterra conspiraban por toda América para derrotar el proyecto de unidad americana y de libertad bolivariana.

Hoy los pueblos de América continúan en la lucha por el legado de Bolívar y San Martin junto a Fidel, El Che y Chávez.