Complemento mi artículo “2017 Tenaza Imperial” publicado luego de haber logrado Venezuela salir airosa del acoso externo y los conflictos internos enfrentados durante el 2016, año definido por los golpistas como “el de la derrota de Maduro y del proceso bolivariano”
Guapo y apoyado, el presidente Trump, pastor moderno del pueblo -blanco, protestante y de origen anglosajón- elegido por Dios para guiar a la humanidad, en su afán de controlar económica y políticamente a la gran nación latinoamericana ha resucitado la Doctrina Monroe. Ha ratificado la orden ejecutiva firmada por Obama en marzo de 2015 legitimando la guerra no convencional contra Venezuela, el proyecto bolivariano, nuestros gobernantes y todos los venezolanos, y ha engrosado su criminal tenaza, conformada inicialmente por Colombia y Guyana, con nuevos actores prestos a someterse a los designios del gran capital: la Unión Europea, gobiernos cipayos de nuestro y otros continentes, ONGs creadas ad hoc, delincuentes criollos auto exilados, etc.
Obviando la institucionalidad internacional creada a conveniencia de EEUU con base a la “fake new” más descarada del siglo pasado: su victoria en la II Guerra, Trump nos ha aplicado, unilateralmente y en grado superlativo, medidas criminales dedicadas a desestabilizarnos y a atacar a PDVSA, eje de nuestra economía. Medidas que, además de los efectos negativos en la calidad de vida de todos los venezolanos, han implicado importantes pérdidas cuantitativas para la nación, equivalentes al PIB de un año, a 26 años de importaciones de alimentos y medicinas y al monto de nuestra deuda externa, según cálculos de la profesora Pasqualina Curcio.
Medidas acompañadas por agresiones del narcogobierno colombiano: nacionalización de recursos robados a Venezuela, incursiones paramilitares en nuestro territorio, entrenamiento y apoyo logístico a conspiradores y mercenarios, recientemente reforzadas por la conversión de su país en una gran base norteamericana y el uso del COVID 19 como arma de guerra. Ello en paralelo a tramposas gestiones diplomáticas y judiciales instigadas por el binomio EEUU/Reino Unido, en complicidad con la Exxon y otras empresas trasnacionales, para despojarnos del Esequibo así como de nuestras reservas en oro depositadas en las bóvedas de la banca inglesa.
Trump y los grandes conglomerados occidentales van a insistir (mientras puedan) en su empeño, pero no van a poder con nosotros. Ubicados del lado correcto de la historia, contamos con nuestra identidad libertaria, con importantes aliados y con pueblos amigos. Hijas e hijos de Bolívar, en compañía de nuestro presidente Nicolás Maduro Moros seguiremos defendiendo nuestra soberanía y la integridad de nuestro territorio. El cual propongo apreciar, parafraseando a los mapuches, como aquello donde habitamos, vemos y sentimos en nuestra interacción con el mar, el cielo y sus elementos vivos, base de nuestro sentidos de pertenencia y de protección de la naturaleza.