Varios expertos han explicado recientemente por qué Perú tiene la tasa de mortalidad por covid-19 más alta del mundo. Entre ellas se encuentran un precario sistema sanitario, baja inversión en salud, pobreza, alta informalidad laboral y hacinamiento en los hogares.
La agencia AFP ha precisado que, con 86 decesos por cada 100.000 habitantes, el país latinoamericano superó esta semana a Bélgica en el ‘ranking’ mundial de mortalidad por coronavirus, después de que el país europeo corrigiera a la baja su cifra de fallecimientos.
Mientras el Gobierno peruano atribuye ese alarmante récord a la divulgación de los números con «transparencia» y a uno de los «mejores» sistemas de registro de defunciones en América Latina, los expertos apuntan a otros indicadores que podrían ayudar a entender qué ocurre en ese país.
Perú ocupa el primer lugar «porque estamos saliendo de la subestimación de muertes», pero también existen otras razones, comentó a la agencia Farid Matuk, experto en estadísticas que asesoró al Gobierno al inicio de la pandemia. «La falta de infraestructura, la ausencia de Estado y la falta de orden social en Perú» ayudan a incrementar el índice, señaló Matuk, agregando que, en comparación, «Chile y Colombia, están detrás de Perú porque destinan más recursos a la salud».
Con más de 621.000 casos confirmados y 28.277 muertes, Perú se posiciona detrás de Brasil y México, mientras que su número de contagios se encuentra únicamente por debajo de Brasil. De ese modo, Perú ocupa el tercer lugar entre los países de América Latina con más muertes a causa de la pandemia y el segundo con más infecciones por coronavirus.
Un sistema de salud «muy precario»
«Lamentablemente tenemos un sistema de salud muy precario, donde carecemos de recursos humanos, nos faltan 16.000 especialistas a nivel nacional«, manifestó el presidente de la Federación Médica Peruana, Godofredo Talavera.
«Nos faltan hospitales, nos faltan centros de salud, nos faltan medicamentos, no tenemos laboratorios. Muchos se mueren en sus domicilios por temor de ir al hospital o por no encontrar camas o respiradores«, reveló Talavera, subrayando que el mayor problema consiste en «la falta de atención en salud».
Sus palabras fueron respaldadas por otro especialista en el tema, el doctor Vidmar Mengoa, titular de la Facultad de Medicina de la Región Andina de Puno, quien ha confirmado la existencia de «un sistema de salud precario» a lo largo de los «últimos 40 años». «No hemos tenido la capacidad de infraestructura para atender a los pacientes, esto ha ayudado para que se incremente la mortalidad. No teníamos adecuadas camas UCI y no teníamos ventiladores«, manifestó el médico.
Por su parte, el jefe del Servicio Amazónico de Salud en la región de Loreto, Carlos Calampa, también ha denunciado el hecho de que los hospitales hayan enfrentado la pandemia «sin los equipos adecuados, sin médicos capacitados que puedan intervenir». Según él, este factor «ha llevado a una alta tasa de mortalidad. La historia se repite, región por región».
Asimismo, el exministro de Salud peruano, Víctor Zamora, ha aseverado que el sistema de salud del país «es pequeño para el tamaño del problema que estamos enfrentando«.
Hacinamiento en los hogares y escasez de camas en las UCI
Los datos oficiales indican que a pesar del crecimiento económico que ha experimentado Perú en la última década, una quinta parte de su población vive en la pobreza, a la vez que millones de habitantes ni tan solo tienen acceso al agua potable. Además, existe un gran hacinamiento en los hogares, un 70% de informalidad laboral y el incumplimiento de las pautas establecidas para frenar la propagación del virus.
«La informalidad de la población peruana hace que salgan a la calle a trabajar por falta de medios sostenibles de subsistencia«, explicó el médico infeccioso Guillermo Contreras. «Otro grupo poblacional no comprende las medidas. Mucha gente no comprende el valor de lavarse las manos, el uso correcto de la máscara, la distancia social».
El médico agregó que el colapso de los sistemas sanitarios y «la pequeña cantidad de unidades de cuidados intensivos y personal médico especializado» van de la mano para contribuir en el crecimiento de la mortalidad.
A día de hoy, el país latinoamericano tiene en su disposición 1.600 camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI), que han estado funcionando sin parar durante meses y la falta de camas libres hizo que muchos pacientes hayan tenido acceso cuando ya se encontraban en un estado muy grave, según un especialista de un organismo internacional con sede en Lima, que agregó que se trata de la explicación del porqué de la alta letalidad del 50% en las UCI.
Además, el experto, que prefirió preservar su anonimato, reiteró el gran problema que supone el hacinamiento, que impide a los ciudadanos cumplir con las medidas de aislamiento.
«Aquí la gente no se puede aislar«, lamentó, agregando que «Perú cuenta muy bien a los muertos, a diferencia de otros países».