Este venidero 6 de diciembre vamos a librar una batalla que tiene un carácter estratégico, en ella se definirán los nuevos tiempos de la Revolución Bolivariana liderada por nuestro Presidente Nicolás Maduro.
La burguesía parasitaria, corrupta, especulativa y conspiradora, siguiendo el formato imperialista, están tirando el resto contra nuestro proceso, para generar mayor frustración, desesperanza y rabia para lograr al igual que en 2015, obtener la mayoría en la Asamblea Nacional y desde allí, a través de sus cipayos internos, continuar con la política de caos y desestabilización.
La especulación con los precios teniendo como guía al dólar marihuanero es impresionante, diariamente suben los precios de todos los productos, y no solamente en bolívares, sino, también en la divisa norteamericana, los apagones a diario desde los infiltrados en Corpoelec, al igual que no encontramos la bombona de gas, y cuando llega tenemos que pagarla con verdes, el pasaje que lo aumentan cada vez que quieren, la gasolina que no llega o los bachaqueros, tanto civiles como militares, haciendo de las suyas, tiene como objetivo central, propiciar un caldo de cultivo para el descontento que genere protestas y manifestaciones violentas para no realizar el proceso electoral y sentenciar ante el mundo «la dictadura» de Maduro.
Las casualidades no existen, todo esto forma parte de la estrategia que viene del norte, y tiene a lo interno, sus vulgares sirvientes agrupados en los sectores de la oposición que hacen la campaña electoral en las colas, como lo hicieron la vez pasada, cuando el llamado era: «la última cola».
No tienen una propuesta, no plantean absolutamente nada, sin embargo, en los últimos días a través, de los medios televisivos vienen insistiendo, en:»Salir del gobierno», «Acabar con esto», es decir, descaradamente están llamando a continuar con su política conspirativa. Hablan de «vivir mejor», y pretenden que olvidemos los índices de hambre, miseria, desnutrición, desempleo, y entrega de nuestros recursos minero petroleros durante el período de la llamada cuarta República, que es decir, los últimos 40 años de AD Y COPEI.
El Gran Pòlo Patriótico tiene la tarea de salir a abrir el debate en el seno del movimiento popular, para explicar el contexto de esta batalla electoral, que no es una más, sino, que en ella nos jugamos el futuro de la patria. Reconocer los errores de ineficacia, burocracia y corrupción en nuestras filas es parte de la conducta de los/as revolucionarios/as, recordando además que la construcción de una nueva sociedad pasa por formar al hombre y la mujer nueva: es decir, en la honestidad, la disciplina, el estudio, el desprendimiento y la solidaridad, contrario a los valores del capitalismo: corrupción, deshonestidad, individualismo, egoísmo, entre otros.
La unidad es clave para este combate, y todo aquel que juegue a la división de las fuerzas chavistas le está haciendo el juego a nuestros enemigos, sectores arrogantes, «puros», «socialistas», «chavistas», no están haciendo una campaña contra la burguesía y el imperialismo, sino, contra el Presidente Nicolás Maduro, lo que en el fondo demuestran es su carácter pequeño burgués y su arrogante infantilismo de izquierda, a decir, de Lenin.
A pocas horas de la jornada electoral, nuestros enemigos van a arreciar en el sabotaje y la inestabilidad, para generar mayor descontento en el seno del pueblo, la tarea nuestra es ir a debatir, sin miedo, y salir a votar por los candidatos de la patria, como dice el camarada Fernando Soto Rojas: «Sin culipandeo».
Centro de Estudios Socialista Jorge Rodríguez