La segunda fase de vacunación masiva contra el covid-19 en Venezuela inició hace un par de semanas, siendo un hito en materia sanitaria en el país en medio del asedio multidimensional impuesto por Estados Unidos.
Dentro de la planificación de inmunización masiva, el gobierno venezolano espera lograr vacunar a la mayoría de la población venezolana a finales de este año, según palabras del ministro de Salud Dr. Carlos Alvarado: «Hemos planificado vacunar el 70% de la población de aquí a diciembre, en la medida que vayan llegando las vacunas esperamos crear la inmunidad de rebaño».
El plan del gobierno de Nicolás Maduro para la obtención de insumos médicos y de vacunas ha sido trazado desde el año pasado en sincronía con Rusia, China, Cuba y algunas organizaciones multilaterales, específicamente, con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en abril 2020 puso en marcha el afamado mecanismo de acceso a las vacunas: Covid-19 Vaccines Global Access (COVAX).
No obstante, las gestiones de pago y cumplimiento de los compromisos por parte Venezuela se han visto obstaculizados por las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos. El pasado 10 de junio, la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez informó al país sobre el bloqueo arbitrario a los últimos pagos hechos por el Estado venezolano a COVAX, calculado por unos 10 millones de dólares.
Hoja de ruta para la inmunización en Venezuela
Rusia y China tomaron la delantera en el desarrollo de vacunas anticovid, convirtiéndose éstas en instrumentos decisivos para los tiempos por venir a nivel geopolítico. Este movimiento ha sido crucial para contener la maniobra común del corporativismo occidental en estas circunstancias: el acaparamiento..
Estados Unidos no se quedó atrás: en julio 2020 pactaba con las grandes farmacéuticas Pfizer y BioNTech para reservar 100 millones de dosis de vacunas y el derecho a comprar otras 500 millones de dosis si la Casa Blanca lo considerase necesario.
Esto marca la brecha de desigualdad en la distribución de vacunas, ya que países con ingresos más altos acumulan dosis de vacunas con el fin de arrodillar en un futuro a países que las requieran, creando consecuencias dantescas para la humanidad.
Adelantándose a esos escenarios, para octubre 2020, Venezuela era el primer país de Latinoamérica en recibir la vacuna rusa Sputnik V para la tercera fase de ensayos clínicos. En ese momento, el presidente Nicolás Maduro estimaba que después de realizar los ensayos y proceder con las gestiones de cooperación para la compra de vacunas, las jornadas masivas de vacunación se realizarían para el segundo trimestre de 2021, incluso antes. Así fue.
Con base a esto, se considera pertinente enlistar las maniobras globales relevantes hechas por el gobierno venezolano para obtener las vacunas con los grandes aliados, a pesar del asedio a cualquier transferencia financiera hecha por el Estado venezolano.
El presidente Maduro, en junio 2020 elevó la propuesta a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) para coordinar esfuerzos en el desarrollo de una vacuna y tratamiento propios contra el covid-19.
En adelante, al cerrar el año 2020, el presidente venezolano siguió la línea de cooperación para enfrentar a la pandemia expresando nuevamente en ALBA-TCP que, a través del Banco del ALBA, se debe garantizar el financiamiento de todo el proceso de vacunación masiva de toda la población de los países miembros.
Luego de llevar a cabo los ensayos clínicos para la Sputnik V, a inicios de 2021, otorgó una autorización para el uso de emergencia de la vacuna rusa en Venezuela.
En febrero de 2021, Peter Grohmann, Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Venezuela, acordó con el gobierno venezolano en crear un fondo de 300 millones de dólares para las vacunas de Venezuela con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS. Ese mismo mes, iniciaba la vacunación masiva al personal sanitario en Venezuela con la Sputnik V.
Se anuncia también el Plan de Petróleo por Vacunas como método alternativo para obtención de las vacunas.
Tras la llegada de un lote de vacunas desde China en marzo, se anuncia la adquisición de las vacunas Sputnik Light y la vacuna Janssen.
En abril, el Estado venezolano hizo el depósito de 59.2 millones francos suizos, lo que representa más del 50% para participar en el mecanismo COVAX. Paulatinamente, se informó al país sobre los siguientes pagos realizados estos últimos meses para recibir 11 millones de vacunas covid-19, hecho que reconfirmó el director de Emergencias en Salud de la OPS, Ciro Ugarte, al estimar que para junio podrían arribar al país la vacuna anticovid de Johnson & Johnson, ya que Venezuela realizó nuevos pagos al mecanismo COVAX.
El crimen
El Estado venezolano es informado el 7 de junio sobre «cuatro pagos bloqueados y bajo investigación», pagos destinados a adquirir vacunas a través de COVAX. Así lo indicó por medio de una misiva Santiago Cornejo, director del mecanismo internacional en cuestión. A saber:
21 de abril 2021: más de 2 millones de dólares.
6 de mayo 2021: dos pagos que suman más de 800 mil dólares.
18 de mayo 2021: más de 1 millón de dólares.
El dinero bloqueado fue cortesía del banco de inversión suizo UBS, instancia neutral y necesaria en las propias dinámicas del comercio mundial para las transacciones entre países. Ese banco es de renombre por los supuestos principios que lo caracterizan: los altos niveles de seguridad y protección de los activos que ofrece a empresas, individuos y sobre todo a los Estados.
Así como ocurre con el oro venezolano secuestrado por el Banco de Inglaterra, que se niega a la alternativa de facilitar los activos de reserva venezolanos para la compra de vacunas debido a las presiones de Estados Unidos, el banco UBS aplica el mismo modus operandi: bloquear las transacciones hechas por Venezuela a un mecanismo internacional altamente reconocido para lograr el acceso de vacunas contra el covid-19.
Pero no es primera vez que el banco UBS se ve inmiscuido en estas agresiones unilaterales contra Venezuela:
En octubre 2017, Estados Unidos frenó los depósitos del Estado venezolano al UBS para la adquisición de vacunas y medicamentos a través del Fondo Rotatorio y Estratégico de la OPS.
En 2020, UBS rompió los contratos con clientes venezolanos vinculados a PDVSA.
A pesar de que UBS tiene varios precedentes recientes en permitir la intromisión de las políticas injerencistas estadounidenses en contra de Venezuela, el Estado venezolano se apoya en los estándares de seguridad y neutralidad de ese banco, sobre todo si se trata de alimentos o medicamentos, confiando principalmente en el cumplimiento del derecho internacional. No existe información adicional que pudiera confirmar que el mecanismo COVAX exigió los pagos a través de UBS, teniendo en cuenta el prontuario antivenezolano del banco suizo.
Aparte de retrasar las gestiones para adquirir vacunas, nuevamente se viola el derecho internacional y la soberanía monetaria, incluyendo el irrespeto a la resolución 74/274 de la Asamblea General de la ONU, en la que se llama a fortalecer las cadenas de suministros para garantizar el acceso universal y justo a medicamentos y vacunas para enfrentar la pandemia actual.
Asimismo, en el marco de las «sanciones», el banco suizo Hyposwiss Private Bank en 2019 cerró arbitrariamente la cuenta bancaria de una importante empresa de alimentos de soja, por el pago de 15,9 millones de euros por más de 90 mil toneladas de soja transportadas por barco que procedía de Venezuela.
Ni los bancos suizos, ni los alimentos y medicamentos, se salvan de la tercerización de agresiones hechas por Estados Unidos contra Venezuela.
El think tank ruso Valdai Discussion Club, en un evento con varios expertos internacionales, afirma que «las ‘sanciones’ afectan inevitablemente a la población. Las restricciones a las operaciones comerciales conducen a precios más altos e inflación, mientras que los Estados objetivo pierden la capacidad de comerciar con el mundo exterior». Esto ocurre porque la finalidad de este tipo de coerciones financieras crean una atmósfera de inseguridad e incertidumbre en el mundo empresarial, por las multas multimillonarias o el bloqueo de cuentas.
Ante la imposición de las balas sancionatorias estadounidenses en contra de todo país que no vaya en sincronía con sus intereses, crea un desequilibrio en las dinámicas actuales de las relaciones internacionales y conllevará a implementar otros grandes mecanismos de pagos para equilibrar la faena financiera entre países en el comercio internacional.
Las iniciativas del yuan digital y la compra masiva de oro por parte de Rusia son algunos ejemplos de los planes de deslastrarse del manejo financiero de Estados Unidos. Por ello, una amplia lista de países considera más seguro plegarse a los acuerdos de estas dos grandes potencias. Las prueban remiten a este hecho: Venezuela hasta hace unos días lleva 11% de la población vacunada gracias a las relaciones comerciales y financieras con Rusia y China.
Esta otra ominosa experiencia del bloqueo de activos para la obtención de vacunas deberá ser agregada al informe final de la relatora especial de la ONU, Alena Douhan (participante del evento de Valdai) que será presentado en septiembre de 2021.