Debemos comenzar diciendo como Aristóbulo Istúriz Almeida, continuador de la obra de Luis Beltrán Prieto Figueroa: ¡VIVA LA PATRIA!
Quiero agradecer a Fernando Soto Rojas, quien fue el impulsor de esta iniciativa.
Y yo, asumí la tarea, teniendo la certeza de la necesidad de mantener este conocimiento de la historia, para las nuevas generaciones que están en formación, para la defensa de la Patria.
Y también agradecer a Pura Soto Rojas, quien no pudo ver la conclusión del libro; ella fue quien guardó, gran parte de los documentos escritos para lograrlo.
Además, queremos agradecer a Aldemaro Barrios, Licenciado en Ciencias de la Información y magister en Historia; compañero que aportó materiales y facilitó varias de las entrevistas, como experto investigador de los sucesos del frente de lucha armada establecido en las inmediaciones del Estado Miranda; concretamente en la zona de El Bachiller, Coordinador del Centro Nacional de Historia.
Mis disculpas a las compañeras y otros compañeros que no he nombrado.
A la Familia Soto Rojas, le causó la dictadura los gobiernos “democráticos” de la “Cuarta República” una grande y penosa situación al ejecutar, uno de los crímenes más abominables del mundo; la desaparición forzada de un familiar, después de haberlo sometido a horribles torturas.
Ello ocurrió en la persona del joven Víctor Ramón Soto Rojas, nacido el 26 de septiembre de 1931, en Altagracia de Orituco, estado Guárico de la hoy República Bolivariana de Venezuela; en la calle Chapaiguana, en una casa que todavía existe, en el cruce con la calle Ilustres Próceres, a una cuadra de la Plaza Bolívar.
Es tanto así que su madre, Rosa Rojas de Soto, murió a la edad de más de 102 años sin saber dónde estaban los restos mortales de su hijo.
Para la época de los años 30, Altagracia era una población rural, de pocos habitantes, con calles empedradas en el casco histórico. Con una iglesia, cuyo párroco era el padre Ruiz, un hospital pequeño llamado San Antonio dirigido por el único médico, el Dr. Gutiérrez, quien era apoyado por monjas; un mercado municipal, una escuela para niñas y una para varones, y el colegio Guárico para los estudiantes de secundaria, éste llegaba hasta tercer año y tenía 20 alumnos.
Víctor Ramón, estudió primaria en la escuela Federal Ángel Moreno, cuyo director era el maestro Próspero Infante, poeta y autodidacta, de acuerdo a la conversación que sostuve con su hermana Ismenia.
El pueblo gracitano sufrió la escasez de productos para el transporte, durante el desarrollo de la II Guerra Mundial, sin embargo, el transporte, desde el punto de vista económico, era con animales de monta; por lo tanto, no dependían de los automóviles, de manera fundamental.
A finales de la década de los 40, en el Liceo Víctor Ramón, conoció las ideas de la lucha de clases y el marxismo, comenzando a tener contacto con la Juventud Comunista. Así empezó a hablar contra el imperialismo yanqui y de la influencia de los grupos económicos que dominaban en Venezuela.
De acuerdo a sus hermanos y amigos Víctor Ramón era un joven de carácter afable, que siempre estaba sonriendo o contando chistes. Mientras estaba en el Liceo le gustaba ir a bañarse al río Orituco acompañado de sus amigos de la época.
Mientras el joven Víctor Ramón estudiaba bachillerato en Altagracia, conoce la novelística venezolana en el seno de la familia y además de relacionarse con la juventud del PC, también lo hace con los sectores de la resistencia de AD. Luego, Víctor Ramón, termina el cuarto y quinto año en el Liceo Fermín toro, de Caracas. Habiéndose ya incorporado a la juventud de AD.
En 1953, ya Víctor Ramón había terminado el Bachillerato, mientras que su hermano Fernando, participó en una protesta por la expulsión del profesor, sacerdote, Rafael Chacín Soto, quien no tenía parentesco alguno con la familia de Víctor Ramón; a este presbítero lo acusaban de comunista por no haber recibido a Pérez Jiménez, y Fernando fue expulsado del Estado Guárico, con la prohibición de estudiar en alguna institución pública; teniéndose que ir a vivir con Víctor Ramón en Catia por la calle Sol de Madrid.
Debido a lo convulsionado de la situación política del país, las juventudes de AD, URD y del PCV, comenzaron a apoyar las luchas contra la dictadura, de manera clandestina; teniendo que retirarse Víctor Ramón de Caracas e irse a San Juan de Los Morros a trabajar con su cuñado, debido al cierre de la UCV, por Pérez Jiménez.
Luego de diversas luchas de los trabajadores, estudiantes y pueblo en general, es derrocado Marcos Pérez Jiménez; teniendo que huir del país el 23 de enero de 1958. Habiendo sido dirigida la lucha por una organización cívico-militar dirigida por Fabricio Ojeda.
En 1959, regresa a Caracas y estudia a medio tiempo en Sociología en la UCV, mientras trabaja en diversas empresas hasta lograr trabajar con su profesor Celso Fortoul en el Plan de Emergencia establecido por Wolfang Larrazábal, quien fungía como presidente de la junta de gobierno. Luego al llegar al poder Rómulo Betancourt, nuevamente comienza la represión contra el pueblo.
A partir de allí, habiendo regresado los llamados “padres de la Democracia de AD”, comenzó una gran represión en contra de la juventud en asociación de los jefes de los partidos de AD, COPEI y URD; quienes se asociaron en una coalición que sólo trajo hambre y miseria para Venezuela. El 4 de agosto de 1959 anuncia Rómulo Betancourt, a través de su ministro de Obras Públicas, Santiago Hernández Ron, la eliminación del Plan de Emergencia heredado del Vicealmirante Wolfang Larrazábal.
En el gobierno de Rómulo Betancourt, este deslinda, desde la toma de posesión, con la unidad nacional, persiguiendo a los “comunistas”, siguiendo las orientaciones del gobierno Yanqui, en pleno desarrollo de la “Guerra Fría”.
En la plaza de La Concordia, en el centro de Caracas, se producen los primeros obreros muertos del nuevo período presidencial
Toda esta situación conllevó a la insurgencia de la primera división de AD, con un mitin en Maracaibo, entre el 8 de abril de 1960, al cual asistió Víctor Ramón; luego se realiza el mitin del Nuevo Circo, con la participación oratoria del profesor Celso Fortoul Padrón, Simón Sáez Mérida y Domingo Alberto Rangel al cual asiste también Fernando. Debido a la participación de Víctor Ramón en estos actos es destituido de su cargo en el gobierno. Del primer mitin surge el ADI (AD de Izquierda); así que cuando ocurre el segundo mitin en Caracas, se denomina Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
De acuerdo a la información conocida de los familiares, Víctor Ramón es detenido varias veces: la primera es cuando realiza acciones de protesta en contra del gobierno de Pérez Jiménez, en Altagracia de Orituco en el año de 1951; durante una semana.
La segunda es en 1963 mientras realizaba con otros compañeros una exploración para fundar la escuela guerrillera en la zona de Barlovento. En esa actividad es detenido por sufrir una herida por la explosión de una granada artesanal, por lo que, cuando es trasladado a un centro hospitalario es detenido por cuerpos de seguridad del Estado y trasladado al Pérez de León de Petare; allí es hospitalizado y logra escaparse, descolgándose con unas sábanas, con la mala suerte que luego en la calle es atrapado por funcionarios de la Policía Metropolitana, a quienes convence de que es un delincuente común y le da la dirección de Doña Rosa para que le entreguen un dinero que le tiene guardado ella. Este engaño funcionó y logra llegar a la casa de su hermana Zoila, diciéndole lo sucedido para que valla donde Doña Rosa y le informe lo ocurrido.
Luego de estas fugas, Víctor Ramón le dice a doña Rosa que todavía militaba en AD: “tiene que pasarte algo grande para que te des cuenta lo que significa ese partido”.
De aquí en adelante cuando se conversaba con amigos o familiares, Doña Rosa decía: “lo grande que me pasó fue lo que le hicieron a él”.
Una vez que Víctor Ramón sube a las montañas de El Bachiller, lo hace como Comisario Político, bajo el mando de Trino Barrios, ellos junto a otros guerrilleros se desvían del plan de emergencia definido y huyen hacia la población de Altagracia de Orituco.
Víctor Ramón fue capturado en 1964, y luego de ser ruleteado por varias cárceles y el teatro de operación de Cúpira, Estado Miranda; fue desaparecido.
Realmente el compañero Ramón, como lo llamaban en su familia, fue una de las tantas víctimas más de los gobiernos del “Pacto de Punto Fijo”.
Es necesario tomar en cuenta todas las víctimas, que según Telesur son entre 5mil y 8mil muertos, cientos de ellos desaparecidos.
Este porcentaje, tan alto de desaparecidos y muertos, fue una etapa inaugurada por los Gobiernos de Rómulo Betancourt y Leoni, aun cuando, en los sucesivos gobiernos del período Cuarto Republicano; continuaron con esa política. Hasta la llegada de nuestro siempre recordado Hugo Chávez Frías y la continuidad de la política de respeto de los Derechos Humanos, con el gobierno del compañero Nicolás Maduro Moros.
El método adoptado para la escritura:
Fue Documental y Testimonial:
. – Se revisaron los documentos que tenía guardado Pura.
. – Se hicieron entrevistas a varios familiares y compañeros de Víctor Ramón.
. – Hicimos una búsqueda de documentos de la época de Víctor Ramón en la Hemeroteca Nacional, acompañado por Fernando Soto Bustamante y Belkis Cedeño.
. – Además sostuvimos largas conversaciones con Fernando, para poder hilar la reconstrucción de éste pequeño aporte, para el reconocimiento de algunos mártires del proceso de la lucha armada en Venezuela.
“Honor y Gloria a Víctor Ramón”
“Perseveraremos, no nos Derrotarán, Venceremos”
Honor y Gloria a todos los caídos de la IV República
Viva el Bicentenario de la Batalla de Carabobo
Estamos venciendo