"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Fuego al pantano neoliberal

En el contexto de los cambios generados a consecuencia del reseteo económico debido al disparador del CoVid19 actuando como arma para afectar las cadenas de producción, distribución y consumo, simultáneamente ocurre un desplazamiento paradigmático del momento unipolar a un orden mundial multipolar.

Hace unos 70 años la brecha entre Match (fuerza) y Staaf (Estado) -fuerza y política o fuerza y el Estado como aspectos fundamentales del poder- condujo a una situación en que la fuerza se trasladó al espacio supranacional, por tanto los Estados nación ya no podían controlarla, convirtiendo dicha brecha en una no polaridad o apolaridad (Bauman).

En este deslizamiento de paradigmas hay un interregno: el viejo orden no termina de morir y el nuevo no termina de nacer, atrapados entre la unipolaridad y la multipolaridad. Chávez lo entendió asumiendo la necesidad de un nuevo cuerpo y lenguaje diplomático basados en el orden pluripolar, contribuyendo en su momento a impulsar un cambio de paradigma en las relaciones internacionales.

Hoy un grano diminuto como desencadenante, acelera y destruye el sistema financiero que desde la 2da guerra y su modificación en 1971, sirvió al sistema de la economía monetaria de producción para el mercado. Altamente interconectado e integrado y por ello más vulnerable, lo que queda demostrado frente al dispositivo VIRAL. Sistema financiero que arrastraba internamente burbujas fiduciarias, derivados, papeles sin respaldo real, síntomas de una “economía zombi” destinada a colapsar y tirar en cadena toda la economía y la sociedad como la conocemos.

Cumplieron su tarea: una vez concentrada la riqueza (estafa Ponzi, efecto Cantillon) usan la evidente desigualdad generada, para atacar toda forma de riqueza, clase media y ahorro nacional, destruyendo riquezas por doquier, para luego saquearnos e imponernos un programa totalitario de suspensión de libertades y confiscación de todo emprendimiento pequeño o nacional, depauperando los Estados nacionales.

La debacle del petróleo como marcador energético civilizacional responde a esa realidad de desanillaje del patrón Fiat barril de petróleo vía FED, quien junto a Arabia Saudita conllevó al enriquecimiento fraudulento de corporaciones -subsidiadas por este sistema- destruyendo a su paso la economía productiva incluyendo EEUU.

La corporatocracia globalista del estado profundo rigiéndose por su visión expansionista y la Bula papal de 1302 y la consecuente Ley de Almirantazgo, fundamentos del derecho privatizador y saqueador desde su autoridad autoproclamada al mundo, no se detendrán, son enemigos de las soberanías de los Estados nación y del dominio sobre sus recursos y territorios, argumento hoy matizado desde la ONU quienes juegan a convencernos desde la moralidad y su juicio infalible, como nueva iglesia universal, que debemos doblegarnos en favor de la “casa común”, abandonando el dominio público de nuestros recursos e instalando -aprovechando la situación de colapso y pánico inducido- un nuevo orden mundial global.

Élite pirata cuyo metabolismo es depredar y conquistar infinitamente subsuelo, aire, tierra y seres humanos: Cuius est solum eius est usque ad coelum et ad ínferos: el que posee una tierra posee todo lo que queda por encima y por debajo de ésta hasta el cielo y el infierno (Accursius).

Pantano neoliberal del que habla Duguin “pandilla corrupta, pervertida y codiciosa de bánksters y destructores de culturas, tradiciones e identidades, fenómeno extraterritorial, como una red terrorista internacional, que está en todas partes y en ninguna parte. Ayer, el centro del pantano, su núcleo, estaba situado en los EEUU. Hoy, ya no”.

Es la oportunidad para todos nosotros los patriotas que comencemos a cazarlos, pues su carácter anti-nacional evidente, explícito, resulta contrario a nuestros intereses nacionales y soberanos. Si queremos ser libres realmente debemos combatir el pantano neoliberal con fuego.

Fuego que está en nuestro poder de decisión y actuación como pueblo organizado y consciente. Obligarnos al desarrollo endógeno y alianzas con países soberanos, crear sistemas financieros autónomos que permita intercambios comerciales justos , fuera del sistema financiero dominado por la FED, alianzas estratégicas desde el Sur Sur, con África quien desarrolla alternativas a la bolsa de metales de Londres evitando la captura y robos de los piratas de siempre, de nuestros recursos. Monetización de los comodities, mediante ley del sistema monetario.

Evitar que el pánico mediático, arma de destrucción masiva, nos paralice, mientras destruyen la economía y la sociedad, metiéndonos en las casas, para luego obligarnos a ser dependientes del gran hermano global, vendiendo a precio irrisorios nuestras industrias, convenciéndonos que no hay otro camino sino “Privatizar para salvarnos”.

Debemos llamar urgente a una reunión de países propietarios de recursos y decidir juntos retirar el mecanismo de formación del precio del barril de las bolsas de valores que hoy lo deprecian en su juego macabro y sean los Estados Nación soberanos de forma directa y no la oligarquía mundial, quien fije el precio del barril y de nuestros recursos, como era en los años 70. Westfalia económica de los Estados nación soberanos.

¿Qué queda? ¡Fuego al pantano neo religioso y totalitario neoliberal! Darnos cuenta que somos millones los patriotas y el único productor de valor y riqueza es el hombre trabajador, no las máquinas y esa minoría capitalista usurera.

Deberemos aliarnos y vencer a este anticristo, con el fuego del espíritu santo y acabar con la iniquidad del pantano globalista neoliberal antihumano del estado profundo psicópata que pretende llevarnos al abismo y exterminio los pueblos soberanos.

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