"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Calidad Humana de Carmelo Laborit

El 13 de julio, recién nomás, salió publicado un artículo escrito por mí en honor a ese baluarte de las luchas revolucionarias, como lo fue y lo es, CARMELO LABORIT. Me referí a él como un REVOLUCIONARIO AUTÉNTICO..

Pareciera hoy, al reflexionar sobre el título, que en el mismo estuviera presente una redundancia. Y en cierta forma lo es, porque no podría concebirse un revolucionario verdadero sin que fuera auténtico. No obstante, si alguien me pidiera que reescribiera de nuevo el artículo, a lo mejor pudiera suprimir o agregar una coma, pero la pretendida redundancia seguiría presente.

En el lenguaje coloquial y cotidiano, se redunda, cuando se quiere reafirmar y darle contundencia a una idea. Pero con ese maestro insigne y revolucionario auténtico, que fue y sigue siendo con su imperecedero ejemplo, CARMELO LABORIT, cualquier redundancia se quedaría corta.

Muchos seudónimos tuvo Carmelo en una vida entregada plenamente a la lucha revolucionaria. Para mí y para quienes tuvimos el privilegio de contar con su jefatura y asesoría política directa, a inicios de los años 70, fue siempre Rolando.

Para David Nieves y otros fue Rulfo. Todos cariñosamente le decíamos “el gordo” y para otros fue sencillamente “el viejo Carmelo”. Para Josefinita, su hija, a quién quiso como a nadie más, siempre fue “Querido”, y así lo recordó este 30 de septiembre, al cumplirse 17 años de su siembra y su despedida terrenal.

Cualquier número de palabras y adjetivos serían insuficientes, para cualquiera que conoció a CARMELO LABORIT, a la hora de resaltar su excelsa bonhomía y alta calidad humana. Porque diría yo, sin temor a equivocarme, si hay breves palabras para definir a ese amigo que en algún momento tuvimos la suerte de encontrarnos en el camino, es precisamente eso: SU ALTA CALIDAD HUMANA.

Eso dice bastante para quien haya aprendido a leer en ese libro abierto que es la vida. Lo humano, lo encierra todo, porque el hombre es en esencia, bueno. Así lo es al  nacer, al buscar instintivamente el pecho materno para alimentarse. Si luego va perdiendo parte de esa bondad, es por la influencia de un medio social que

algunos se han empeñado en pervertir y hacerlo cada vez más enfrentado a la madre naturaleza y a sí mismo.

Y date cuenta “Gordo”, que para nada he tocado lo político. Eso ya lo saben, la mayoría de los que se detendrán a leer este artículo. Sé bien que donde quiera que estés tu expresiva sonrisa nos dirá que existe la satisfacción del deber cumplido, a pesar de lo exigente que fuiste contigo mismo y con todos aquellos a los que les brindaste tu afecto y tu amor.

Hubo algo que dijo mi madre, en una de

esas oportunidades que estuviste en nuestra casa en Tierra Adentro: “ESE SEÑOR DE LA BARBA, SE VE BUENO”. Y como siempre, no se equivocó mi madre

Puedes estar tranquilo Carmelo, tus camaradas y amigos; tus paisanos de  tu pueblo, que recién el día 29, un día antes del día que nos dieras el hasta luego, celebraban la fundación de Los Valles del Río de los Caribes.

Josefinita, tu nieto Ricardo y toda tu grande y amada familia; todas y todos estamos orgullosos de haber sido parte de ti, y tú parte de nosotros.

TE RECORDAREMOS POR SIEMPRE, VIEJO ROBLE, ETERNO AMIGO Y CAMARADA

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