Por Yair Cybel/CELAG

Este domingo 2 de junio, más de 98 millones de mexicanos están convocados a las urnas para elegir a quien sucederá en la Presidencia del país a Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La elección nacional definirá también 128 senadurías y los 500 diputados federales que componen la totalidad de la Cámara Baja. Asimismo, se definen 8 gobernaciones y la estratégica intendencia de la capital, la Ciudad de México.

Este domingo 2 de junio, más de 98 millones de mexicanos están convocados a las urnas para elegir a quien sucederá en la Presidencia del país a Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La elección nacional definirá también 128 senadurías y los 500 diputados federales que componen la totalidad de la Cámara Baja. Asimismo, se definen 8 gobernaciones y la estratégica intendencia de la capital, la Ciudad de México.

Este año, los 12 millones de mexicanos que residen en el exterior podrán votar mediante tres modalidades distintas: voto postal, electrónico y presencial. Para este último, los puntos de sufragio se ubicarán en 23 consulados (20 de ellos ubicados en Estados Unidos).

En México el voto no es obligatorio, y en las últimas elecciones la participación se ha situado en torno al 65%.

Tres aspirantes se disputan la Presidencia, destacándose dos mujeres en la contienda, un un hito en la historia política mexicana.

La candidata oficialista -que responde al presidente López Obrador y a la continuidad del proceso conocido como Cuarta Transformación (4T)- es Claudia Sheinbaum, quien fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México hasta su ingreso a la contienda. Sheinbaum está vinculada al mundo científico y académico, y mantuvo altas tasas de popularidad durante toda su etapa como jefa de la ciudad capital, destacándose por logros en materia de transporte y justicia social.

• Sheimbaum es la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, integrada por Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde. Cabe señalar que en México el sistema electoral favorece las coaliciones, en las que distintos partidos -con candidaturas propias en Congreso y Senado- se presentan, sin embrago, en la elección presidencial y en distintas circunscripciones en forma coaligada.

Del lado opositor, la candidatura más fuerte es la de Xóchitl Gálvez. Gálvez es una senadora del PAN que se presenta a sí misma como ‘independiente’. La empresaria, oriunda de Hidalgo, se postula como representante por la coalición de derecha Fuerza y Corazón por México, que unifica a partidos que históricamente han sido acérrimos rivales: el PAN, el PRI y el PRD.

o Estas tres formaciones se unieron con el objetivo único de derrotar al proyecto de la 4T. Pese al impulso inicial que tuvo la campaña de Gálvez, apoyada por buena parte del fuerte establishment empresarial mediático mexicano, un abultado financiamiento y un inédito acuerdo unitario de la oposición, lo cierto es que la mayoría absoluta de las encuestas la ubican segunda a una distancia considerable de Sheinbaum.

El tercer candidato en carrera es Jorge Álvarez Maynes, diputado nacional de 38 años y representante del Movimiento Ciudadano. Esta formación política se presenta como un partido no tradicional, de centro, socialdemócrata en lo político y con una retórica ciudadana, pero con una propuesta neoliberal en materia económica. Busca capitalizar el descontento con las dos coaliciones mayoritarias y cuentan con el respaldo de los gobernadores de dos estados importantes: Nueva León y Jalisco.

• A pesar de la fuerte presión mediática para que Maynes renunciara a su candidatura, éste no lo ha hecho y ha mantenido un discurso fuerte de señalamiento hacia el PAN y el PRI. En las últimas encuestas se ha apreciado un fortalecimiento de su candidatura, aunque será difícil que el tiempo le alcance para que la tendencia se consolide y pueda ubicarse en segundo lugar.

Los últimos datos -del mes de mayo- sumados al monitoreo de encuestas realizadas por CELAG confirman la tendencia expresada en la totalidad de los sondeos, que señalan una victoria holgada de Claudia Sheinbaum por un margen no menor a los 15 puntos de diferencia sobre su inmediata competidora.

Una de las plazas más disputadas en este proceso electoral será el del Gobierno de la capital del país, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. La coalición encabezada por Morena presenta para este cargo a Clara Brugada, hasta la fecha exitosa alcaldesa de Iztapalapa, uno de los municipios más populosos y deprimidos que componen la Ciudad de México y en el que su gestión ha sido extraordinariamente reconocida y valorada.

• Brugada se enfrenta al panista Santiago Taboada Cortina, por la coalición PAN-PRI-PRD y hasta la fecha alcalde del municipio residencial capitalino Benito Juárez. Taboada ha sido salpicado por el conocido caso de corrupción del “Cártel Inmobiliario”, lo que ha lastrado su candidatura.
• Salomón Chertorivski, secretario de Salud del Gobierno del expresidente Felipe Calderón, candidatea por Movimiento Ciudadano. Si bien las encuestas señalan una gran paridad entre los primeros dos candidatos, la mayoría ubica a Brugada ligeramente al frente de las preferencias.

Finalmente, cabe destacar que las encuestas de imagen ubican a Andrés Manuel López Obrador como uno de los presidentes con mejor imagen positiva al momento de abandonar el cargo del mundo. La aprobación del tabasqueño oscila entre los 60 y los 65 puntos, tras un sexenio exitoso a cargo del Ejecutivo.

En una elección que a priori pareciera refrendar el liderazgo nacional de Morena, el factor de la participación será determinante porque que dispondrá la conformación de las cámaras legislativas y la posibilidad de avanzar en transformaciones de fondo. Hasta la fecha, la oposición ha hecho uso de su minoría de bloqueo para obstaculizar las principales reformas constitucionales de López Obrador -en materia energética, de regeneración democrática, austeridad republicana, entre otras-. En este sentido, Morena aspira a lograr dos tercios del Congreso, una mayoría cualificada que le permitiría dar curso a las reformas.

Por su parte, AMLO anunció que una vez concluido el proceso electoral se apartará de la vida pública y de la política para regresar a su Estado natal.

31 mayo, 2024