El imperio norteamericano no tiene hoy las mejores condiciones para una operación interventora directa, mucho menos para una intervención larga, su objetivo es posicionar dentro del territorio un grupo que forme gobierno bajo la táctica de guerra proxy; no van a cargar con una derrota directa, ni se van a tirar una aventura al estilo Panamá. No obstante guerra avisada no mata soldado y si lo mata es por descuidado.
Aun con ese supuesto, no debemos descuidarnos “ni tantico así” como dijera en una ocasión el Che. Es necesario caracterizar la situación y dentro de esta lo que tenemos, lo que no tenemos, lo factible de lograr o conseguir, la organización y la posibilidad de organizar desde grandes contingente visibles, micro organizaciones e individualidades; todos activos y bajo líneas de mando; con la mayor disciplina militar y militante para garantizar el blindaje del correaje y de la organización.
Dentro de lo táctico saber entender lo que es una línea militar y una línea de mando de masa.
Por suerte alguna de las cosas que aquí expresaré, favorablemente ya están en desarrollo, falta usarlas en el contexto que demande su aplicación.
Los elementos teórico -prácticos de la guerra de todo un pueblo, fueron usados por los asiáticos en sus guerras internas y de invasión que tuvieron en sus territorios. Los vietnamitas y los norcoreanos son dignos de estudiar cuando se trata de estructurar las estrategias y las tácticas de combate; aclaro ninguna experiencia es única a emular, está precedida de los contextos culturales, religiosos, políticos, geohistóricos de cada nación o país.
En los vietnamitas observamos en su lucha contra el imperio norteamericano, la utilización de todos los recursos a mano; los que les proveía la naturaleza en su medio, los que les sustraían al enemigo y una altísima moral combativa y la convicción de la defensa de la patria.
El control territorial, la organización, las responsabilidades orgánicas e individuales de cada patriota, sin distingo de condición etaria se hicieron cultura cotidiana en las
ciudades, pueblos y aldeas; al igual que la producción, distribución, administración y uso de los recursos necesarios y disponibles para preservar la vida del pueblo en armas.
Salvando las distancias, a partir de la llegada de la revolución bolivariana contamos con algunas capacidades instaladas en las que se cuentan:
- Elaboración y estudios cartográficos de los territorios y los micros terr
- Cartas catastrales e historia de espacios
- Mapas físicos, ortográficos e hidrográficos de todo nuestro espacio territorial e hídrico.
- Ojos de: selva, barrio, urbanización, mares, lagos, montañas y
- Estructuras de partido, colectivos, jefes de calle, cuadras y una variada gama de micro organizaciones
- El ejercito patriota con toda su
- Un inmenso desarrollo, científico, tecnológico y comunicacional
Toda esta capacidad instalada será necesaria activar en sus diferentes potencialidades: en lo político, en lo militar, en lo productivo, en fin en todo lo que haga falta y en lo que aplique.
Esto es lo que el Tío Ho llamo en su momento la guerra de resistencia y de consolidación de la independencia de Vietnam.
¡¡¡ Solo el pueblo salva al pueblo!!! y si está organizado será invencible.