Juan Medina
PÁJARO ESCRIBA
En vano procuré alcanzarle,
muchas leguas distante iba.
Seguí su rastro en montes y veredas
y perdía la huella del tigre,
desde otra orilla del río
con señas me llamaba,
dormía en el bosque
y era lobo centinela.
Anotaba las fases lunares
y adivinaba el viento
que la semilla esparcía.
Escuchaba aullidos de araguatos,
Olfateaba la fragancia de los cedros
y predecía aguaceros interminables.
Documentos llamaron todos sus escritos,
sus páginas de libros impresos,
sus lecturas sobre la hojarasca,
entre guerreros dormidos en el bosque,
surcos y camellones de citas,
refranes de campesinos y toda pobrecía,
memoria y nostalgia del padre,
sus lecciones sobre las tumbas de Carabobo,
oralidad de Cervantes y Quevedo,
férreo carácter de carretero.
Lágrimas entre cartas alfabetizadoras de la madre.
Testigo de la depredación del ganado del rico
al pastar en las sementeras de labriegos
y de los crímenes de guerra contra nuestro pueblo.
Juan luna, caminante de largas trochas,
de vuelta y vuelo sobre nuestro delta
y desembocadura,
deletreo y silbo de la comuna,
la cuesta y el valle, la casa y la puerta.
MILAGRO DE LOS PANES Y LOS PECES
ENTRE LA MULTITUD PÉTREA Y HERBAL.
Primero fue su palabra,
Fundó caminos, pisó la rama de la espina,
Saludó la muerte de cabeza pelada
Y se fue callado, echándole pichón.
PÁJARO ESCRIBA, DIOS GUARDE TU ESPLENDOR.
VALENCIA ,10 DE AGOSTO DE 2023