Aproximadamente han transcurrido 6 meses desde que apareció el primer caso de Coronavirus en la población de Wuhan, provincia de Hubei, en la Republica Popular China. Es tiempo suficiente para para hacer un somero balance de lo que ha acontecido, lo que ha sido dicho sobre el devenir del planeta tierra y las perspectivas de los cambios en todos los órdenes que con seguridad se van a producir. De todo es cierto que no hay seguridades. Ni en los análisis, ni en las conclusiones. Detengámonos en una apretada y obligarte síntesis sobre estos aspectos: Lo Acontecido, Lo que se Ha Dicho y Lo que Podría Suceder.
LO ACONTECIDO:
China de epicentro de inicial de la pandemia, puede decirse que su vida retorna a una «normalidad», globalmente impredecible. De haber totalizado 82.918 casos, el número de recuperados es de un 94,24%, y el de activos de 141, cifra irrisoria para un país de más de 1.400 millones de habitantes.
EE.UU, un «hegemon» que recibió y recibe la estocada para ya dejar de serlo, pasó a ser el nuevo epicentro del la pandemia con 1.370.850 casos totales (32,54% del total global), dejando muy lejos a España e Italia, segundo y tercero respectivamente. Estados Unidos suma más casos que juntando los de España, Italia, Inglaterra, Francia, Alemania y Rusia. ( cifras del 11/05 a las 12 m.). Dos detalles importantes destacan en Europa:
– El número de recuperados en el Reino Unido es de 0,3% ( 780 recuperados de un total de 223.060 casos). La media global es de 37,3%. «NO COMENTS».
-El número de muertes en Rusia es de 0,9%. 2009 fallecidos de un total 211.344 casos. La media porcentual global es 6,74%. DE LIBRE INTERPRETACIÓN.
En América Latina, Brasil ya ocupa el octavo lugar a nivel mundial, con tendencia en corto tiempo a ubicarse en el sexto. Su número de casos es de 163.510 y el número de muertes sobrepasa los 11.500. Integrantes del tristemente célebre «Grupo de Lima» secundan al país carioca en América del Sur: Perú, Ecuador, Chile y Colombia, con un manejo de cifras poco confiables, «destacan» entre ellos. Venezuela con una respuesta temprana, en medio de un asedio, bloqueo y guerra de todo tipo, ha logrado contener la propagación y se apresta a romper las líneas de contagio, si no relaja su acertada atención sanitaria y cuarentena.
LO QUE SE HA DICHO:
Sería más bien, parte de lo que se ha dicho, desde el origen del letal virus, hasta las proyecciones de su posible duración. Sobre el origen, si fue producido en laboratorio o es consecuencia de una mutación de un virus anterior, hay en las opiniones un marcado sesgo de disputa geopolítica. También, en los avances sobre el logro de la vacuna, el panorama no es nada claro. Lo que sí es cierto es que sobre esto se está trabajando intensamente. No estamos seguros si en este esfuerzo prevalece el interés humanitario sobre el mercantil. «Hay de todo en la viña del señor».
En lo que sí todos parecen coincidir es que «Nada será igual después del coronavirus». El cambio podría ser «gatopardiano», como ya hemos alertado. Podría operarse un viraje que sin ser radical, de paso a una nueva gobernanza mundial y al fin de un mundo unipolar.
Walden Bello, en reciente entrevista concedida a la revista argentina «Página/12», con su acostumbrado análisis incisivo nos dice: «… las posibilidades que ofrece el momento, la coyuntura, son el resultado de dos cosas, la crisis objetiva del sistema y la fuerza subjetiva que puede actuar sobre esta crisis». Y advierte: «…sólo la izquierda y la extrema derecha
están en condiciones de aprovechar esta tormenta subjetiva. (…) La extrema derecha oportunista está, desafortunadamente, por delante de la izquierda en este momento».
También, en el pensamiento ecologista, ante el obligado paréntesis de maltratos a la madre naturaleza, casi con angustia, expresa uno de sus voceros: «De repente está naciendo un mundo diferente, una economía diferente. Se trata de una oportunidad sin precedentes para abandonar el crecimiento ilimitado a cualquier coste y la vieja economía de los combustibles fósiles y lograr un equilibrio duradero entre las personas, la prosperidad y nuestros límites planetarios» (John Davies 2020). En esa misma línea de pensamiento el filósofo y teólogo de la liberación brasileño, Leonardo Boff, sentencia: Si no hacemos una «conversión ecológica»radical, en palabras del papa Francisco, la tierra viva podrá reaccionar y contraatacar con virus aún más violentos, capaces de hacer desaparecer a la especie humana». Y a toda manifestación de vida, agregaría yo.
LO QUE PUDIERA ACONTECER:
De lo ACONTECIDO y de LO QUE SE HA DICHO podrían extraerse las más variadas conclusiones, algunas de ellas, probablemente, mutuamente excluyentes. Para muchos, sin embargo, todo pareciera estar claro. Y claro el camino a seguir.
El actual estado de cosas predominante a nivel mundial, basado en la injusticia, la desigualdad y la explotación del ser humano, y destructora paulatina de nuestra «casa común», es insostenible y tiene que ser cambiado. Esa es la Razón. Pero, la razón, como acertadamente sostienen algunos, no es suficiente. Necesario es que exista la voluntad política. Y en política son necesarias simultáneamente, la razón y la fuerza.
Antes de aparecer el Covid-19 existía una compleja disputa geopolítica. Esta disputa sigue presente, y con nuevos ingredientes, sin desaparecer los anteriores. China, Estados Unidos y Rusia son los principales protagonistas de este forcejeo.
EE.UU y quienes con él se alinean, han resultado los más golpeados con la pandemia. Ya antes, no eran pocos los problemas. Es evidente que ellos se han agudizado.
China y Rusia están en mejores condiciones relativas. En el pasado a ello nos hemos referido. También los que con ellos coinciden en la necesidad de un mundo pluripolar y multicentrico, en términos relativos, han enfrentado con mejores resultados el ataque de la pandemia. Venezuela, como ya se sabe, se ubica en este bloque. Es, a nuestro entender, «el lado correcto de la historia», como afirma con frecuencia él Presidente Maduro. Allí hemos estado y allí continuaremos, sin renunciar a nuestra propia identidad y soberanía.
Esta lucha está en pleno desarrollo, como también lo está nuestra visión sobre ella, y lo cual abordaremos en muy pronta oportunidad. Apostamos a la Humanidad y a la Justicia. AMANECERÁ Y VEREMOS