José Figueroa, antes de los 60 años, pudiera perder la visión. El bloqueo, la pandemia, Pdvsa y Multinacional de Seguros coadyuvarían a ese desenlace. José es trabajador de la petrolera, allá en San Tomé (Anzoátegui), con cargo de analista. Pertenece a la nómina mensual menor. Cuando la oftalmóloga le diagnosticó la patología ocular empezó su corredera y la de su esposa Doris. Luego de hacerle gastar sus pocos recursos en exámenes preoperatorios, Multinacional le dijo que no cubría ese tipo de enfermedades. Fue a Pdvsa y esta lo rebota para el seguro, que a la vez lo rebota a Pdvsa. Todo peloteo, así sea macabro, necesita espectadores: ese papel lo hace el sindicato. Hasta que su esposa me escribe a mí y yo escribo esta crónica de las causas perdidas. Si Pdvsa es socialista (no roja rojita), debería tener las retinas en la conciencia y resolver.