"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Aguevoniaos

Andar distraídos, desprevenidos o entretenidos ha sido contrario al instinto de sobrevivir. En el monte o en la ciudad, eso de «andar en la luna» es una condición que nos puede llevar al fracaso, a un accidente o la muerte. Por andar «aguevoniaos» nos puede «picar » una mapanare, podemos caer en un «tatuco» o en la calle ser arrastrados por un «carro loco».

Nuestros viejos nos aconsejaron tener astucia y no ser incautos. Nos recomendaron estar siempre prevenidos y no confiados. Conocedores de los peligros, nos advirtieron de la necesidad de precaver, tomar medidas para evitar un daño. Los maestros nos decían que  había que estudiar todos los días y no les hacíamos caso. En el tiempo conocimos la inconveniencia de andar «aguevoniaos».

El «aguevoniamiento» determinó que  muchos potreros se «embarsalaran», se «mamaran» las vacas o se «arifucara» la yuca. No tomar previsiones hace más fuerte el verano para  los fruteros de Mara y no reforzar los lienzos facilita la acción de los ladrones de ganado.

Por «aguevoniaos», los isleños han visto desaparecer su Toas y los cabimeros extinguir la «vera negra». ¿Cuántas matas de caña quedan en Bobures?, ¿cuántas sibucaras en los alrededores de Maracaibo?. Por no resembrar se cuentan hoy los cocoteros en Potreritos, dónde antes abundaban, y por andar «enlelados» hemos dejado perder el Parque Eólico de la Guajira y si seguimos «enlelados», nos meten una carboeléctrica en el Socuy. Por andar así, a los perijaneros nos clavaron a Venancio en un panteón.

Si nos «aguevoniamos», los «paracos» terminarán apoderándose de El Cruce, Casigua, Curva de Molina y Las Pulgas, si no es que ya les pertenecen y sólo «aguevoniados» dejaríamos que los guarimberos regresen a gobernaciones y alcaldías.

La «aguevoniedad» nos ha conducido a la dolarización de la economía y a la pérdida del poder adquisitivo del Bolívar; los salarios han sucumbido ante la especulación y el abandono del campo ha dado paso a la escasez e hiperinflación.

Si nos «aguevoniamos» todos y no prestamos atención a este procaz pero emblemático término, la oligarquía colombiana montará con éxito sus «falsos positivos» y hará..»que nos matemos mi hermano..» y ..»nuestra sangre derramada será petróleo para el yanqui», como advirtió el Cantor.

Los gringos confían en que, poseídos nosotros de «aguevoniamiento» puedan ellos ir destruyendo los esfuerzos de integración que significan la CELAC y el ALBA-TLP.

Rescatemos la suspicacia y caribería criolla. No quiero que el mundo sea de «los vivos», pero tampoco de los «aguevoniaos».

 

¡ORGULLOSAMENTE MONTUNO!

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