El enemigo yankee y la Nación Venezolana

Escrito por Fernando Soto Rojas

El título de este artículo significa la contradicción principal y fundamental de las dos primeras décadas del siglo XXI:

El antagonismo social y político, que  dinamiza el combate por la emancipación del pueblo venezolano y la independencia de la patria.

Esta lucha es prolongada, y solo con  la victoria ante el imperialismo nos serán dadas, la paz y  la felicidad.

El 5 de julio de 1811 tomamos la decisión de ser libres de toda dominación extranjera y con la Revolución Bolivariana vamos avanzando en la construcción y la defensa de nuestra  soberanía:

Libres de toda dominación y explotación; y ese horizonte  es posible con base  del Socialismo Bolivariano del siglo XXI y  la capacidad de existir  del chavismo.

En rumbo histórico, nos hemos apropiado  del ideario bolivariano para asumirlo en correspondencia con el legado del Comandante Chávez y su programa de la Patria, proyecto histórico que avanza  bajo la dirección constitucional, legítima e histórica, del Presidente Maduro.

Estamos en una guerra antiimperialista y no tenemos otra opción que la victoria total. Con base de la concepción de la guerra del pueblo y la unidad nacional cívico-militar; la política del diálogo y la diplomacia de la paz.

Nuestros análisis   tácticos se centran en la  valoración de la coyuntura política y en la evaluación de las formas de organización y lucha antiimperialista; en la implementación creativa de nuestras acciones políticas; y en la comunicación permanente de nuestras ideas y consignas políticas.

Y particularmente, en los balances políticos direccionados a reordenar y potenciar las fuerzas populares como a dotarnos de una consistente solidaridad mundial, y de un frente de aliados estratégicos

La defensa de la soberanía de nuestra nación, se fundamente en tres componentes

  1. Información, enseñanza y formación.
  2. Producción de bienes y servicios en el territorio nacional.
  3. La defensa militar popular.

La revolución bolivariana está dotada de fundamentos  teóricos-políticos , de la ética y de la fuerza militar, claves y decisivos, para asegurar la victoria frente a la insolente la bota yankee;  y lograr, como diría Bolívar el Libertador: “La Soberanía del pueblo, única autoridad legítima de la Nación».

La operación Escudo Bolivariano demuestra la fortaleza  de la unidad cívico militar.

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