"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

De Trujillo a Carabobo: los Tratados que desarmaron a España

Bolívar el visionario, llegó a Trujillo a firmar un tratado con España, que se convertiría en el principio del fin para la corona. En un momento, donde Colombia La Grande, se constituía como República, España se encontraba “herida de muerte”, tanto a lo interno como en las colonias.

“La República de Colombia se congratula de ver rayar el día en que la libertad extiende su mano de bendición sobre la desgraciada España, y de ver a su misma antigua Metrópoli seguirla en la senda de la razón”. Simón Bolívar.

Fueron 2 los documentos históricos que se discutieron y firmaron en noviembre de 1820 en Trujillo: el “Tratado de Armisticio” firmado el 25 de noviembre; y el “Tratado de Regularización de la Guerra” firmado el 26. Ambos ratificados el 27 en Santa Ana por el Libertador presidente de Colombia (La Grande) Simón Bolívar y por el general en jefe del Ejército español Pablo Morillo.

El primero, ponía fin al enfrentamiento armado de forma inmediata. Este logra avanzar en las conversaciones entre españoles y colombianos. El segundo ponía fin al “Decreto de Guerra a Muerte” y buscaba que la guerra se diera en términos de respeto y fraternidad. Aquí entra uno de los hitos históricos: el reconocimiento de La Gran Colombia como República independiente; el reconocimiento del Libertador Simón Bolívar como presidente y por lo tanto un igual en términos diplomáticos.

Morillo y Bolívar: diplomáticos y estrategas

“¡Españoles! A pesar de todos los graves dolores que nos causa vuestro Gobierno, seremos los más observantes del tratado de regularización de la guerra. Pena capital se aplicará al que lo infrinja, y vosotros seréis respetados aun en el exceso del furor de vuestra sed de sangre. Vosotros veníais a degollarnos y nosotros os perdonamos: vosotros habéis convertido en horroresa soledad nuestra afligida patria, y nuestro más ardiente anhelo es volveros a la vuestra”. Simón Bolívar.

Pablo Morillo estaba por regresar a España y, por lo tanto, se disponía a salir “por la puerta grande” de las colonias que estaba a punto de perder. Para él, la firma de ambos tratados se convertía en un triunfo político, diplomático y militar. Desesperado por demostrar control ante la corona negoció y “abrazó” a quien consideraba un “enemigo formidable”.

Simón Bolívar se encontraba en el campo de batalla, rodeado de pueblo y fuerzas leales a la causa independentista. Posicionado militarmente en los llanos y sur de Venezuela, avanzaba rápidamente hacia el centro norte costero. Sabía la importancia política y militar que significaba la firma de los tratados y por eso envió a su “mejor hombre” a realizar las primeras negociaciones: Antonio José de Sucre, junto a otros patriotas construyeron el documento que posteriormente firmarían Morillo y Bolívar.

Sangrienta guerra: independencia vs coloniaje

“A LOS PUEBLOS DE COLOMBIA Ya no habrá guerra a muerte: será una guerra santa”. Simón Bolívar.

Colombianos y españoles se encontraban desgastados. Una sangrienta guerra remontada desde 1810, llegaba a 1820 con un significativo número de muertos. Bolívar con el Decreto de Guerra a Muerte ponía un ultimátum a los que aún defendían los derechos de la corona, Morillo defendía las posiciones militares estratégicas para la corona. La matanza continuaba sin tregua y las poblaciones civiles eran las más afectadas; los presos de ambos bandos eran degollados, se quemaban poblaciones enteras.

Bolívar en San Cristóbal y Morillo en Carache. Ambos ejércitos buscaban un “descanso” de la contienda bélica. Acordaron reunirse en Trujillo y luego una fraternal reunión en la pequeña pero histórica población de Santa Ana. Allí se abrazaron y colocaron la piedra fundacional del monumento que recuerda ese encuentro.

Histórico tratado: condiciones

“¡Colombianos¡ Más de un año entero ha pasado la España en libertad, sin que su Gobierno haya ordenado el término de su tiranía en Colombia. Hemos oído sus palabras de paz con gozo las hemos acogido con transporte, y dirigido nuestros Enviados a Madrid a tratar de la paz, que estaría derramando sus bendiciones sobre este suelo desolado si la España la hubiera querido eficazmente; pero no; no ha oído las dolientes quejas de la humanidad con el grado de interés que debían inspirarle su propia conciencia y su propio reposo” Simón Bolívar.

El tratado ponía fin a las hostilidades por 6 meses. Delimitó el territorio, españoles al norte y colombianos al sur; el intercambio comercial a lo interno de cada territorio quedó libre. Ambos gobiernos reconocerán a los enviados diplomáticos y proveen salvoconductos para transitar por ambos territorios; Maracaibo y Cartagena de Indias, en control español, quedaron libres para comerciar con ambos países. 40 días era el período de aviso para informar sobre la reanudación de alguna acción bélica.

Bolívar fue el de la idea, Morillo la compró. El primero le envía una carta el 3 de noviembre de 1980 que dice: «…con el gobierno de la República un tratado verdaderamente santo, que regularice la guerra de horrores y crímenes que hasta ahora ha inundado de lágrimas y sangre a Colombia y que sea un monumento entre las naciones más cultas, de civilización, libertad y filantropía…».

Colombia es independiente: reconoce España

“¡colombianos! Los gritos de nuestros ejércitos, padeciendo privaciones mortales, los gritos de los pueblos ya expirantes, ya exánimes, nos fuerzan a llevar nuestras armas a conquistar la paz, expulsando a nuestros Invasores. Esta guerra, sin embargo, no será a muerte, ni aún regular siquiera. Será una guerra santa: se luchará por desarmar al adversario, no por destruirlo” Simón Bolívar.

El reconocimiento de una guerra con un igual, por parte de España; es quizás el logro mas importante de Bolívar con la firma de los tratados de Trujillo. El reconocimiento jurídico en los 2 tratados al iniciar con la expresión: «Deseando los Gobiernos de España y de Colombia…» es clave, históricamente hablando, puesto que fue el primer reconocimiento a la independencia de Colombia la Grande. Cuestión que no se haría oficial sino es hasta 1845, cuando España reconoce la independencia de las colonias americanas.

Tratados de Trujillo: herramienta fundamental para Carabobo

“¡Soldados! Todo nos promete una victoria final, porque vuestro valor no puede ya ser contrarrestado. Tanto habéis hecho, que poco os queda que hacer; pero sabed que el Gobierno os Impone la obligación rigurosa de ser más piadosos que valientes. Sufrirá pena capital el que infringiere cualquiera de los artículos de la regularización de la guerra. Aun cuando nuestros enemigos lo quebranten, nosotros deberemos cumplirlos para que la gloria de Colombia no se mancille con sangre” Simón Bolívar.

Las operaciones militares se reanudaron, en primer lugar, por la declaración de independencia que hiciera Maracaibo el 18 de enero de 1821; y en segundo el aumento anímico y fortaleza militar que dio el tiempo de armisticio para los patriotas. Dieron fin a los tratados.

La polarización política aumentó en el periodo en el que se daban las negociaciones a una “Paz definitiva”. Las discusiones no avanzaron y en marzo de 1821 fueron reanudadas las acciones militares de parte y parte. El balance de este periodo, visualizado por Bolívar previo a la firma de los tratados de Trujillo, fue absolutamente favorable para la causa patriota. El avance de los patriotas por territorio controlado por los españoles fue tremendo hasta la llegada a Carabobo.

El 24 de junio de 1821, se realizó en campo Carabobo la batalla que definiría los destinos de toda América hispana y, la firma de los tratados de Trujillo fue clave para el triunfo en Carabobo, el reconocimiento político de Bolívar como presidente, reconocimiento de Colombia como República, facilidad para la comunicación y reorganización de las fuerzas patriotas en todo el territorio; el avance patriota en Maracaibo con la declaración de independencia, la posterior avanzada de Urdaneta hacia Coro y Puerto Cabello, lograron con éxito facilitar las condiciones en Carabobo y sacar definitivamente a las fuerzas realistas para así avanzar hacia Caracas.

“Gloria al vencedor, honor al vencido” Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.

Descargue AQUÌ el tratado completo

 

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