Por Mariadela Villanueva
El poder tras el poder, tras el poder, tras el poder…, principal beneficiario político/económico del sabotaje a los gasoductos I y II instalados en el Mar del Norte, pretende hacernos creer que Putin mandó a dinamitarlos con el nuevo submarino apocalíptico de la Federación Rusa..
Pretensión descabellada y ridícula que lamentablemente encuentra asidero en la ignorancia, el racismo multifacético y el feroz anticomunismo/URSS inculcados sistemáticamente en el imaginario de este lado del mundo. Condensados en este momento en la macrofobia Ruso/Putin (de comunista nada) asumida acríticamente por los emisores de la información “oficial” relativa a la supuesta Invasión Rusa a Ucrania.
Información veraz al respecto: desde una mirada estadounidense, el informe Overextending Russia de la Rand Corporation y desde una mirada europea antiimperialista, el artículo Estados Unidos declara la guerra a Rusia, Alemania, Países Bajos y a Francia de Thierry Meyssan. Desde una mirada latino caribeña descolonial, las entrevistas de Pérez Pirela a Ramón Grosfoguel sobre el tema.
No estoy diciendo nada novedoso, lo sé. Mas tampoco es novedoso que la inmensa mayoría de autoridades y personas del común dominadas por el águila imperial nos hayamos “acostumbrado” a que las fuentes oficiales multipliquen y refuercen -con palabras, imágenes y ritmos (el reguetón no es gratis)- el embrutecido imaginario colectivo, sustento de la deshumanización dominante “por ahora” en este mundo.
¿Cómo llegamos hasta aquí? Imposible resumir las diversas teorías que lo explican o las prácticas de quienes han combatido y siguen combatiendo esa dominación desde distintas trincheras en distintas partes del mundo.
Lo que sí es posible, es entender que ha llegado el momento de buscar una salida, los pueblos en la calle lo están demostrando. De organizar una unidad planetaria de gobernantes y pueblos apresados en las garras imperiales, para “echar por tierra todas las relaciones en las cuales el ser humano sea un ser humillado, sojuzgado, abandonado y despreciable” (Marx, citado por el economista y teólogo alemán Franz Hinkelammert)
Particularmente imagino:
Gobernantes negados a seguir participando en la farsa que se monta anualmente en la majestuosa sede del organismo mal llamado NNUU. Especie de club burgués planetario que no incluye a todas las naciones, no contribuye con la unidad de las que sí son miembros y se hace la vista gorda con los temas que afectan a sus verdaderos mandantes.
Gobernantes empoderados adoptando formas menos diplomáticas de cumplir el imperativo humano expresado en la frase antes citada. Propulsando institucionalmente desde el poder que les ha conferido el Pueblo la eliminación de las “taras” ideológicas, raciales, religiosas, patriarcales, científicas, políticas… impuestas por los colonizadores imperiales de turno.
Pueblos capaces de superar por amor a la vida toda sus condicionantes identitarias y organizativas, sus “ismos” y sus prejuicios para luchar unidos, con o sin sus gobernantes (según el caso) por un orden global plurinacional y respetuoso de la diversidad regido por la justicia, la equidad y la paz.
Solo unidos Venceremos