"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

2024: El Chavismo y Sus Desafíos. Parte II

  1. Unidad Revolucionaria: Escudo Poderoso

El chavismo es una sumatoria de muchos liderazgos producto de la riqueza ideológica, política y social que la compone. Es una fuerza colectiva compuesta de una población dirigente como en ninguna otra organización se ve. Por lo que la unidad revolucionaria es imperiosa y constituye un poderoso escudo protector en la lucha revolucionaria, y por tanto, hay que seguir manteniendo esta fuerza de hombres y mujeres de forma monolítica, es por ello que frente a posibles situaciones se propone en primer lugar, intervenir a tiempo en las tensiones internas, lograr deponer posturas y orgullos en todos los niveles que pudieran alimentar el divisionismo, especialmente, en las estructuras del Partido de la Revolución. En segundo lugar, se propone jornadas formativas, colectivas y en cascada; y por último, profundizar aún más en la definición clara de las tareas militantes y del trabajo político; son tres acciones muy importantes en las que se ha avanzado muchísimo pero que no deben descuidarse ni un momento, y se puede profundizar siempre un poco más para alcanzar mayor madurez política, reconocimiento mutuo, máxima cohesión interna, identidad política y mayor lealtad al legado de Chávez.

  1. Confianza, Coherencia, Bienestar Social y Amplitud;

El chavismo hoy es una fuerza poderosa que está más viva que nunca y tiene claro su rol frente a la historia del país e incluso frente al mundo. Sin embargo, toda guerra siempre deja cicatrices y rencores, aunque muchos de ellos son rencores olvidables. Reconquistar el respaldo de quiénes sufrieron las consecuencias de la agresión imperial pasa por dos acciones contundentes, la primera tiene que ver con la fuerza moral que da la coherencia entre lo que se piensa, lo que se siente, lo que se dice y lo que se hace; la práctica revolucionaria debe ser contrastada con la realidad y ser acorde a la misma notoriamente; la segunda, va dirigida a la vida cotidiana desde la premisa elevada por nuestro presidente Nicolás Maduro Moros de recuperar progresivamente el Estado de Bienestar Social del pueblo.

Entonces bien, combinar estos dos factores hacen un binomio perfecto en el imaginario y en la realidad cotidiana del pueblo venezolano, es decir, el chavismo debe ser coherente con la realidad real, debe procurar acortar distancias de clases que se hace notable entre la realidad de unos y otros. Aunado a ello, seguir haciendo el máximo esfuerzo (cómo hasta ahora pero más) para mejorar las condiciones de vida económicas, materiales y espirituales de la población, debe ser evidente, y a medida que se avance, hay que alardear de ello, la razón chavista está en lo que pueda evidenciar y dejarlo bien enraizado en la conciencia colectiva;  Asimismo, hay que sumar una tercera acción en la que se ha avanzado mucho pero se puede hacer más, se debe mantener como objetivo ampliar la base social de apoyo, y esto solo se logra incorporando a otros sectores que se han sentido excluidos o marginados por factores sectarios a lo interno de la dirigencia en todos sus niveles, a pesar del continuo llamado a sumar a todo aquel por parte del presidente obrero. Aprovecho mencionar que aunque cada vez hay menos, siempre existirá quiénes tienden a adoptar una posición extremista y sectaria que nos aleja de la gente, hay que defender la postura del presidente ante la necesidad de abrirse a mayores espacios de participación y alianzas y de adaptar la táctica revolucionaria a las condiciones concretas del país.

  1. Gestión pública eficiente y transparente: la Clave;

El chavismo ha demostrado con gran destreza su capacidad para resolver los problemas que aquejan al país, además le tocó hacerlo en medio de las mayores dificultades políticas, económicas e incluso, sociales generada por una sistemática agresión que siempre persiguió dejar en el imaginario y sentimiento popular la desagradable sensación de que todos los males eran culpa de la ineficiencia y la incapacidad del chavismo, sin embargo, hoy por hoy, son etapas superadas y cada vez es mayor la conciencia de los esfuerzos por superar los impactos de la guerra; para ello debe existir plena determinación de exigir a quiénes conducen y dirigen la gestión pública mayores niveles de eficacia, eficiencia, transparencia y apertura de espacios de participación y gestión popular de manera protagónica.

Es de vital importancia optimizar el funcionamiento de los programas sociales creados en Revolución, especialmente los acertados que han generado importantes logros y avances para nuestro pueblo, tales como las misiones socialistas, el proyecto comunal, los Clap, el sistema Patria, el 1×10 del Buen Gobierno, entre otros, para que llegue al pueblo vulnerado por la guerra y cumplan los objetivos sociales planteados.

Y en tercer lugar, hay que seguir combatiendo la corrupción y el burocratismo que afectan la credibilidad y la legitimidad del gobierno, y que genera rechazo y desconfianza en la población. El pasado año fue un golpe certero, el combate contra la corrupción siempre encontrará «celebración» en la población que anhela elevar la moral, la honestidad, la decencia, la probidad y las virtudes de todo un país.

  1. Combatir el Falso Chavismo: Identificarlo y enfrentarlo desde la ética y la moral revolucionaria, entendiendo que si es falso, no es Chavismo:

En esta nueva época de transición al Socialismo, el chavismo debe enfrentar a los sectores que se han aprovechado de su nombre y de su discurso para obtener beneficios personales o grupales, traicionando los principios y los valores del proyecto bolivariano.

Estos sectores infiltrados, se caracterizan por su corrupción, su nepotismo, su clientelismo, su autoritarismo y su falta de compromiso social revestido de un supuesto compromiso social (valga la expresión).

El chavismo debe denunciar y sancionar a estos grupos, y marcar una clara diferencia entre ellos que han infiltrado sus prácticas mal sanas en la cotidianidad nacional.

Existen dos grupos que se aprovechan de la nobleza chavista para sus prácticas naturalizadas por muchos, rechazadas por toda la población: el primero podría definirlo como grupos surgidos de las oportunidades que generó la guerra económica, y que al día de hoy se evidencian desde las ostentocidades, excentricidades, acceso a espacios, recursos, beneficios y privilegios, como un grupo que se ha convertido en una bisagra oportunista que persigue ser un mal necesario y con ello mantener su «status» desde las necesidades.

Y en segundo lugar, aquellos que a nombre de la seguridad y defensa Nacional y de la Revolución Bolivariana se han conformado en grupos para controlar espacios y negocios bajo la coacción y la fuerza, así como para cometer delitos que solapan a través del revestimiento moral de la revolución, siendo fuente de rechazo, conocido por todos pero que reposa en el «secreto a voces», amparados por «mitos políticos» que ante el imaginario parecieran proteger estas práctica pero no es así.

El chavismo no debe permitir que la infiltración de las malas prácticas y banales comportamientos de grupos muy específicos, oportunistas endiosados y deleitados por las mieles del poder y el dinero, le arrebaten al pueblo el sueño de la patria grande, de la patria libre, de la patria prospera, de la patria socialista.

  1. Defender la Soberanía Nacional: la Postura Nacional.

Mantener la postura soberana de respeto y defensa de nuestra identidad, independencia y soberanía nacional es un derecho ganado en las batallas de independencia libradas por nuestros proceres y el pueblo humilde que se hizo soldado, «nadie nos regaló nada, todo se ganó peleando». El chavismo debe defender la soberanía e integridad territorial de Venezuela, frente a las amenazas y agresiones externas que buscan desestabilizar al país y apropiarse del territorio y sus recursos naturales. En particular, hay que mantener con firmeza el reclamo histórico sobre el Esequibo, el rechazo a las medidas coercitivas y sanciones, y la postura permanente de combate frente a las agresiones de los enemigos internos y externos. Asimismo, debe preservar la identidad, la cultura y los valores nacionales, frente a las influencias y los intereses foráneos que pretenden imponer sus modelos políticos, económicos y sociales, especialmente ahorita que en la región se quiere imponer el retorno la doctrina liberal burguesa bajo un falso manto de «libertarismo del sur», para enlodar las verdaderas luchas libertarias de los pueblos, especialmente, la Bolivariana.

  1. 7 Transformaciones: Vencer

La lucha por la libertad plena de un pueblo, la confrontación a un modelo perverso e inhumano, la batalla de ideas, de modelos, de lógicas y métodos, la defensa nacional de soberanía, el derecho a la prosperidad, a la vida plena y a la suprema felicidad, la garantía de derechos y libertades del pueblo pasa por llevar a la realidad un proyecto genuino, extraordinario y sin precedentes en la historia, la humanidad más humilde tiene esperanzas en el éxito de la Revolución Bolivariana, el futuro de paz se garantiza sentando bases fuertes en todas las aristas fundamentales de la vida nacional, superando romanticismos y construyendo un modelo nuevo de realidad venezolana que sirva a los pueblos como referente para librarse de las cadenas opresoras de la economía neoliberal depredadora y despiada con la humanidad; en Venezuela sostener el poder político es vital para garantizar ese futuro cercano, de vida gloriosa para los millones de venezolanos y venezolanas, y de oportunidades para el salto a la libertad del continente y un poco más allá, sin imperialismo que valga.

Frente a este desafío y carga del tiempo histórico el líder de la Revolución, presidente Nicolás Maduro, anunció 7 Transformaciones, las 7T, que plantea un cambio de paradigmas en la realidad venezolana para los próximos años, siete propósitos que se convierten en línea política a llevar a cabo a la realidad, son órdenes que desde todos los espacios hay que empujar para cumplir:

La modernización de la economía en sus métodos y técnicas de producción; la Independencia plena en las dimensiones políticas, científicas, culturales, educativas y tecnológicas; La paz, la seguridad e integridad territorial, desde el perfeccionamiento de la convivencia ciudadana, los derechos humanos, la paz social y la defensa de la soberanía teniendo como premisa el rescate pleno de la Guayana Esequiba; La transformación social del modelo de protección humanista y socialista del pueblo de Venezuela; Lo ecológico enfocado en la superación de la crisis climática, salvaguardar la Amazonía y las reservas naturales; Inserción de Venezuela en el nuevo escenario mundial, latinoamericano y caribeño, además de, Brics, Alianzas y avance por un mundo multipolar y pluricéntrico.

Venezuela, vencer es la opción más estratégica, es la única opción histórica como legado permanente, por los siglos de los siglos.

 

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