"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Manifiesto del Movimiento de Mujeres de Venezuela por la Paz y la Soberanía

Hoy, Día Internacional de la Paz, nos reunimos en todas las plazas Bolívar de la patria para levantar, con una sola voz, el clamor de las mujeres venezolanas que defendemos la vida. Desde cada rincón del territorio nacional, proclamamos que nuestra patria venezolana es territorio de paz: paz para trabajar, para estudiar, para cultivar la tierra, para organizarnos, para crear e inventar, para decidir nuestro presente y nuestro futuro.

Nosotras, las mujeres de Venezuela, sabemos que la paz no es un adorno ni una palabra vacía. Es el fruto de siglos de luchas, de generaciones que defendieron nuestra dignidad frente al colonialismo, la opresión y la injusticia. Hoy, cuando el imperio norteamericano pretende imponer su destrucción con la mentira disfrazada de «lucha contra las drogas», levantamos la verdad:

Venezuela es esperanza. Venezuela seguirá siendo un país de hermandad y solidaridad, pero jamás se arrodillará ante quienes buscan apoderarse de sus recursos a costa del sufrimiento de nuestro pueblo.

Hemos visto lo que hicieron en Afganistán, en Irak, en Libia: pueblos enteros arrasados, vidas masacradas, mujeres y niños convertidos en víctimas de guerras injustas. Por eso nuestra voz se levanta con fuerza: ¡no aceptamos que esa historia se repita en nuestra tierra! Somos madres, hijas, trabajadoras, luchadoras incansables, y sabemos que la guerra siempre deja sobre nosotras las cicatrices más hondas.

Nuestros principios son claros y firmes: defendemos la igualdad y la justicia, practicamos la solidaridad entre los pueblos, honramos el respeto a la diversidad y proclamamos la soberanía de las naciones como condición indispensable para la paz. Ningún país tiene derecho a decidir el destino de otro. Ningún poder extranjero puede pretender imponer su voluntad sobre nuestra independencia conquistada con sangre y sacrificio.

Por eso declaramos ante Venezuela y ante el mundo: nosotras, las mujeres con organización, coraje y unidad nos levantamos contra toda forma de violencia y contra toda amenaza de guerra. En cada hogar, en cada barrio, en cada comunidad, en cada caserío, nos organizamos para sembrar la hermandad, para fortalecer los lazos de la unión en nuestras familias, y también para resistir con firmeza a quienes intenten destruir nuestra patria. Nuestro compromiso es inquebrantable: defender la vida y mantener nuestra tranquilidad como pueblo.

Convocamos a toda la sociedad venezolana -mujeres y hombres, jóvenes, abuelos y abuelas, campesinos y campesinas, obreros y obreras, estudiantes y profesionales, científicos y científicas, gobernantes— a unirse en esta causa común. LA PAZ NO SE DEFIENDE CON SILENCIO NI CON MIEDO, SINO CON UNIDAD, CORAJE Y CON NUESTRA VERDAD.

Que el mundo escuche este manifiesto que, desde cada plaza Bolívar, las mujeres organizadas de Venezuela gritamos: ¡nosotras somos constructoras de patria! Por eso lo decimos con fuerza: no permitiremos que la tierra de Bolívar sea manchada con la sangre de nuestros hijos e hijas.

¡LA PAZ ES NUESTRO DERECHO, LA SOBERANÍA NUESTRO DEBER, ¡Y LA ESPERANZA NUESTRA VICTORIA!

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