"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Las trabajadoras y los trabajadores blindan la patria

El imperialismo actúa con mayor ferocidad contra la clase obrera, asumiendo riesgo calculado en sus movimientos; los capitalistas  se creen a resguardo de las consecuencias sociales y políticas  que desencadenan el racismo, las desigualdades sociales y la precarización del trabajo, que el COVID-19 desnuda como nunca antes.

Parece que para el 1% del mundo, no hay más que meter  moneda a la rockola, pulsar la tecla neoliberalismo y bailar sumisamente tan trágica pieza.

Ante  ineptitud de Trump, para expandir el imperio norteamericano, la élite globalista presume que es el momento de instaurar  en el centro del poder mundial a una elite mundial, a la otra versión de un régimen antidemocrático y supremacistas. Aquí es donde la clase obrera juega un papel fundamental como dinamizador del motor histórico y de freno  al modo de desarrollo de las fuerzas productivas del sistema de producción capitalista, con la finalidad  construir  nuevas formas y contenidos de socializar el trabajo.

Con la pandemia, el Capitalismo queda sin velo alguno;  muestra su bárbara faceta: la deshumanización a través de la guerra multifactorial y la injusticia social a por mil de los gobiernos neoliberales. Antes de la aparición del Covid-19, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) registra que más de 1,6 mil millones de personas viven en situaciones frágiles o de conflicto; en enero la Organización Internacional del Trabajo (OIT) informa que 470 millones de personas están desempleadas.  Los efectos del Covid-19 superan con creces dichas mediciones;  en los Estados Unidos desde febrero al día de hoy han quedado sin empleo 45 millones de personas, sumándose cada semana 1,54 millones de peticiones de subsidios. No es exagerado pensar que el plan imperialista basado en guerras y pandemias plantea acabar en corto plazo con la vida de millones de personas; para así, en su reconstrucción fortalecer y repuntar el capitalismo con sociedades de rasgos neo feudales

Ante el recrudecimiento de posturas neofascistas y de la crisis operativa del capitalismo, surgen movimientos sociales  exigiendo condiciones de igualdad y justicia social. El movimiento anti racista y el surgimiento de las luchas antineoliberales por todo el mundo, son pistas de las dimensiones de las luchas de clases que está en curso; y de que  la clase obrera moviliza y amplía su radio de acción.

La clase obrera venezolana de la batalla crucial:

El 13 de abril de 2.011 el comandante Chávez nos exhortaba, nos arengaba a persistir en  nuestro sueño de una patria socialista, con la siguiente frase “En los últimos nueve años hemos venido creando espacios unitarios, pero todavía estamos lejos de tener la solidez blindada que requiere la patria para continuar marchando hacia el socialismo”. Por suerte para los venezolanos y venezolanas nuestro Comandante sabía que una revolución sólo era posible con un líder obrero, capaz y valiente: nuestro presidente Nicolás Maduro está muy claro sobre el papel que juega la clase obrera como vanguardia para construir las bases de una sociedad socialista, sus acciones lo avalan.

A pesar de los efectos devastadores de la pandemia, los venezolanos y venezolanas continuamos confrontando  las medidas coercitivas y unilaterales de la cleptocracia estadounidense, europea, y la derecha jala bolas y vende patria. Ante dicho escenario, el presidente Nicolás Maduro sube la guardia y se aferra a la capacidad de la clase obrera de superar dificultades; para tal fin desarrolla las siguientes estrategias y medidas:

  1. La creación de más de 2 mil cien Consejos Productivos de Trabajadoras y Trabajadores (CPT) como forma de organización de la clase que moviliza la lucha contra la burocracia, la corrupción, y para la toma de decisiones que darán rumbo a un nuevo modelo de gestión obrera. Su primera prueba de fuego radica en asegurar la protección sanitaria del pueblo venezolano, que no se paralicen sectores claves de la producción y la puesta en funcionamiento de los complejos refinadores de combustible.
  2. La organización de la milicia territorial obrera para la seguridad y defensa de nuestros espacios de producción. Dando ejemplos de una excepcional disciplina, valentía y disposición en el marco de la operación “Escudo Bolivariano” Tiburón 2020.
  3. La inamovilidad laboral hasta el 31 de diciembre de 2.020 como medida de protección a los trabajadores y trabajadoras.
  4. La ocupación temporal y venta supervisada de empresas estratégicas para garantizar bienes y servicios a la población.
  5. Las medidas de protección de la salud en la fábrica ante la amenaza del Covid-19.
  6. La recuperación progresiva de espacios estratégicos como: el Servicio Eléctrico Nacional (SEN) y nuestra emblemática PDVSA. Lucha codo a codo de la dirección y organización de los trabajadores y trabajadoras.
  7. La fiscalización y control de precios, espacio de lucha que exige de  la clase obrera  pisar y controlar la producción, con base de la articulación de las diversas formas de organización comunal.  Haciendo hincapié en que  la efectividad de esta medida depende de  descartar  conciliación alguna con la burguesía, porque la transformación socialista no puede ser sino un acto libre de la clase obrera.

El Covid-19 nos deja enseñanzas, las nuevas formas de relacionarnos socialmente demuestra que las grandes fábricas con altas concentraciones de trabajadores no serán funcionales para los tiempos que se avizoran. Está más que demostrado que debemos empujar con más fuerza la creación de Pymes y empresas comunales; cuestión que nos plantea el gran reto de  la unidad de la clase obrera sobre determinadas  bases programáticas de lucha y organización,  tareas estratégicas y métodos de trabajo adaptados a la nueva realidad, que consoliden la democracia participativa,  protagónica y decisoria.

La patria está a cargo de su pueblo y de  un contingente de hombres y mujeres le profesan un profundo amor:

Todo apunta a que la correlación de fuerzas se desequilibra  en detrimento de los lacayos imperialistas. Grandes desafíos y proyectos se vislumbran para quienes visten de casco y ropa de dril, de los que avanzan a pie y a pedal: llegó la hora de blindar el legado bolivariano y chavista a nuestro;  y demostrar la solidez del futuro de la patria.

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