Bebí la historia de la UCV desde su fundación, el 22 de diciembre de 1721.
El techo de humanidades desplomado me sacudió, como si cayera sobre los cincos años que transité por allí de estudiante y los 27 como profesor.
De joven, por allí corrí con la PM y la GN en los talones en sus frecuentes allanamientos.
También caminé ese pasillo al lado de una muchacha roja o de los camaradas del PCV, MIR, FALN, MAS, BR, OR, LS, MEUP, PRAG, NA, IC, Causa R, M-80, GAR, EPA, MEP, UPA y dale. Claro, por separado, pues todas esas siglas resumen la historia de una izquierda –mi izquierda- obsesiva en dividirse y subdividirse. Ese pasillo desplomado, cansado, fatigado, hoy nos une y convoca.
Desde la Tierra de Nadie –Plaza Jorge Rodríguez- nos anima nuestro querido ucevista Alí Primera: ¡Vamos a su encuentro!