Frente a la actual coyuntura geopolítica enfrentada por nuestra Patria, caracterizada por el relanzamiento de la política del garrote vil (Big Stick), adelantada por la élite corporatocrática adueñada de EEUU, con la anuencia de gobiernos títeres de la genuflexa UE y algunos latinoamericanos, bajo el marco y amparo del desesperado, ampliado y reforzado resurgimiento de la Doctrina Monroe, debemos preparar la estrategia disuasiva que garantice nuestra soberanía, independencia y auto determinación.

Deberíamos reimpulsar y suscribir  acuerdos internacionales en el área de cooperación militar, defensa y seguridad que incluyan asesoría, capacitación, entrenamiento, comercio, financiación de material bélico, operaciones, asistencia y/o alianza defensiva con otras Naciones. Asimismo celebrar alianzas políticas, tecnológicas, económicas, o de cualquier otra índole, de carácter integral o especializado, condicionadas por la garantía de la defensa de la Patria a través de la propia defensa de los intereses nacionales de los Estados con los cuales se suscriban dichos acuerdos.

La estrategia en el ámbito militar pudiera trascender las negociaciones en la esfera bilateral. Es menester convocar una reunión extraordinaria de la ALBA con participación de RUSIA, CHINA, IRAN y TURQUÍA en condición de países invitados para abordar una agenda de cooperación conjunta en el ámbito de defensa y desarrollo integral de los países que integran el bloque. Incluir en esa agenda la creación de áreas territoriales de cooperación estratégica que concrete una hoja de ruta que desemboque en un Plan Estratégico de Desarrollo del Área de la Cuenca del  Caribe (nueva zona en pugna) garantizando su desarrollo y protección.

Se hace necesario impulsar esta táctica para romper la dinámica regional de tensiones y desestabilización a partir de la imposición unilateral del gobierno estadounidense, ahondando en una agenda audaz de cooperación alternativa que relance el equilibrio pluripolar en América Latina, y permita avanzar pluralmente en los desafíos geopolíticos actuales.

Creemos imprescindible además que Venezuela se incorpore a la OCS (Organización de Cooperación de Shangai)  la OTSC (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y la  Unión Euroasiática, lo que nos convertiría en un sólido aliado  para las fuerzas amantes de la libertad de América Latina, siendo que fue en Venezuela donde el héroe de la liberación de América del Sur, Simón Bolívar, comenzó su lucha. Que la segunda ola de la descolonización se inicie desde el mismo lugar (Duguin)

Esta agenda general podría servir de base para un protocolo de acción aplicable a otras áreas del planeta para lograr equilibrios armoniosos necesarios que funcionen como disuasión estratégica frente a la voracidad imperial.