"...quizás el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encubierto o desconocido".

Simón Bolívar, Discurso de Angostura

Ninguna elección es igual a otra

1.

Todas las elecciones se realizan en un contexto muy específico. Por ello, es una verdad irrebatible que NINGUNA ELECCION ES IGUAL A OTRA. Sin embargo, siempre de manera interesada esto se deja de lado,  y en esta oportunidad, a la hora de analizar las recientes elecciones del 21N,   no podíamos aspirar  cosa distinta. Naturalmente hay sus contadas excepciones en los análisis. Dentro de éstas es justo resaltar el análisis de Pérez Pirela. De los que he leído y escuchado, me parece muy equilibrado e imparcial. Invito a escucharlo en la Iguana.tv.

2.

Es también un hecho irrefutable que ateniéndonos a las cifras hasta ahora difundidas y los cargos asignados en Gobernaciones y Alcaldías, el PSUV y el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar obtuvieron una contundente victoria. De las 23 gobernaciones en disputa, la Revolución Bolivariana se quedó (por ahora) con 19 de ellas, habiendo recuperado Anzoátegui Mérida y Táchira que estaban en manos opositoras, y siendo desplazada de Cojedes y Zulia.   Sin menospreciar la pérdida de Cojedes, lo del Zulia debe ser objeto de un análisis aparte, por su importancia política, económica y su condición de estado fronterizo con Colombia y con salida al Mar Caribe.

3.

De las 355 alcaldías en disputa las filas bolivarianas alcanzaron la victoria en 211 de ellas y las opciones opositoras se repartieron las restantes, siendo la MUD la que obtuvo mayor cuota. La mayoría de alcaldías en las capitales de estado quedaron en manos del chavismo, incluida la Alcaldía de Caracas, la de mayor importancia estratégica, por razones obvias. Hubo, sin dudas, una disminución de territorios municipales en manos del chavismo. Ahora bien, no es ésta la primera vez que esto sucede. Ya del 2008 al 2013, el chavismo vio disminuir el número de alcaldías a su cargo de 272 a 257. Pero lo que muy poco se menciona, y, a lo mejor pocos recuerdan es que en las elecciones generales del 30 de julio de 2000, estando el comandante Chávez en la cresta de su popularidad, la oposición ganó en 220 alcaldías y el MVR sólo ganó en 132.

4.

En esta oportunidad nuevamente se apela a los números, cada quién arrimando brasas a unos apagados fogones. No es precisamente la oposición la que muestra su afán por justificar su derrota o manipular los números para hablar de una victoria por la suma de todos sus votos a nivel nacional, que sin dudas fueron de mayor cuantía que los de las filas chavistas. No, la oposición no tiene que sacar esas cuentas. Esa tarea la hacen  algunos  chavistas “radicales”, no en la calle, que alguna vez “patearon”, sino en la comodidad de un criticismo alejado de las luchas populares, que por ende tiene muy poco calor de pueblo.  Ellos no desmayan, en un anti-madurismo enfermizo,  buscándole siempre “las cinco patas al gato”.  En sus sesudos análisis, suman resultados nacionales con municipales, presidenciales con regionales, juntan mangos con nueces, y obtienen unas gráficas que sólo ellos entienden, en escenarios fuera de todo contexto.

5.

Tuve la oportunidad de participar en algunos eventos y marchas en la ciudad del estado oriental en la cual vivo y donde he activado social y políticamente desde temprana edad. En ese fragor electoral, tuve también oportunidad de conversar e intercambiar opiniones con militantes de base y cuadros medios con cotidiano contacto con nuestras barriadas. Ellos  sí saben “cómo se bate el cobre”, y viven en carne propia los sinsabores a que nos ha sometido el imperio norteño con sus medidas criminales unilaterales. Me manifestaron esos camaradas  sus críticas a muchas cosas que ocurren en su quehacer cotidiano como militantes partidistas y líderes de comunidades. Ellos, dignos herederos del legado de Chávez, saben donde aprieta el zapato, y nadie puede echarle cuentos. Ellos saben historia y día a día alimentan su entusiasmo, mística y convicción con sus vivencias y luchas diarias. Las más de las veces, con poco libro y mucha intuición política, saben distinguir qué es lo principal y qué  lo secundario, tanto en la inmediatez de las exigencias coyunturales, como en la visión de largo alcance. Probablemente pocos han leído de táctica y estrategia, pero que bien saben distinguir una cosa de otra. Con ellos, tenemos mucho que aprender, y sobre todo aquéllos  QUE CREEN QUE TODO LO SABEN.

6.

Hubo una abstención alrededor del 58% en estas elecciones. Eso era de esperarse en unas elecciones de carácter regional y municipal, dónde históricamente la participación es siempre menor que en eventos presidenciales y parlamentarios nacionales. Por lo demás, en el contexto actual, más de uno prefirió quedarse  tranquilo en casa, sin motivarse a ir al centro de votación. La abstención afectó tanto al gobierno como a la oposición, incluida la llamada APR y al PCV, que vio sensiblemente disminuida su votación en estos comicios (de 319.227 votos en las regionales de 2017,   a 136.672 en estas elecciones). El chavismo se vio afectado fundamentalmente por dos factores: la situación país y la mala gestión de algunos de sus aspirantes a repetir en sus cargos.

 

7.

Pese a que el ala más descaradamente violenta de la oposición decidió participar y presentó sus candidatos, era de esperarse que muchos de sus seguidores no se entusiasmaran a acompañarlos ante el evidente desprecio que ha tenido esa dirigencia con ellos, al llamarlos a votar hoy, cuando ayer nomás les decían que  el voto no conducía a nada. Otro elemento a considerar es el hecho que muchos venezolanos que emigraron, en su gran mayoría debido a las consecuencias de las Medidas Criminales Unilaterales, continúan formando parte del Registro Electoral, y obviamente también están incluidos en el bloque abstencionista. Sobre la cifra exacta de emigrados, nadie tiene números exactos, pero sin dudas el porcentaje con respecto al REP, no debe ser inferior al 20%. En todo caso  es una cifra que no se puede ignorar. Sin pretender exactitud, tomando en cuenta ese número de venezolanos ausentes, la abstención no hubiese sido mayor al 46%. Puede hacerse el ejercicio con una aritmética elemental, que con seguridad exige menos esfuerzo que los “sesudos análisis”, ya referidos.

8.

En definitiva, en mi opinión, haciendo un esfuerzo de objetividad, puede concluirse que en el orden cuantitativo: EL CHAVISMO OBTUVO EL 21 DE NOVIEMBRE UNA VICTORIA INOBJETABLE. Decir lo contrario es, cuando menos una actitud mezquina. Hay evidentemente  una gran predisposición que tiene intenciones diversas, y que no me corresponde juzgar. Naturalmente, yendo más allá de lo meramente cuantitativo, hay algunas consideraciones que tanto el chavismo, como la oposición deben incluir en sus análisis.  Obviamente, no es a mí a quién le corresponde  opinar sobre lo que la oposición debe o no hacer. Pienso sí que sobre el pasado, presente y devenir de la Revolución Bolivariana, quienes en ella creemos tenemos la obligación de opinar, en lo posible ejerciendo ese derecho a lo interno de nuestras filas.

9.

Es un hecho indiscutible que el chavismo ha venido disminuyendo progresivamente su votación en términos absolutos y relativos. Ya el Presidente en intervención televisiva reconoció esto e insistió en la necesidad de analizarlo caso por caso, incluyendo aquellos casos dónde se logró la victoria. Y es que cuando afirmamos que NO HAY UNA ELECCIÓN IGUAL A OTRA, estamos diciéndolo no sólo referido al acto eleccionario globalmente considerado, sino que en el 21N cada elección en un estado y/o en un municipio tuvo características específicas que la hacen diferente a cualquier otra. Por ello es un error pretender reducir el análisis a una vista panorámica y superficial del acto electoral como un todo en toda la geografía nacional.

10.

Por ejemplo, a nivel nacional la votación del chavismo disminuyó en 22 de los estados, incluida la alcaldía de Caracas, y aumentó en sólo dos estados: Carabobo (2,9 %) y Táchira (5,62 %). El promedio porcentual de la disminución de los votos fue de 10.59%, estando los niveles más altos en Amazonas (-28,93%) y Portuguesa (-18.73%), y en ambos estados se ganó la gobernación. Así mismo, las entidades, dónde la disminución fue menor, estuvieron Delta Amacuro (-0,29%) y Anzoátegui (-1,08%). También en los  municipios es importante ponerle debida  atención a los resultados, pero sobre todo a las causas, que varían de un lugar a otro. EN CONCLUSIÓN: ¡¡¡ EL 21 DE NOVIEMBRE HUBO 359 ELECCIONES Y NINGUNA FUE IGUAL A  OTRA !!!

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